Vida y estilo

El aliño para el marisco que las abuelas gallegas usan desde hace años y tú no conoces

Es especialmente adecuado para las navajas, el delicado y modesto bivalvo que se esconde detrás de otros moluscos con más nombre
Navajas expuestas en una pescadería.
Navajas expuestas en una pescadería. / Juan Emilio Prades

Actualizado hace 2 minutos

Mientras los meses lleven una r en su nombres seguiremos disponiendo de marisco fresco de calidad en las pescaderías. Hasta media la primavera podremos alargar el regustillo que los moluscos nos han dejado tras las tradicionales cenas y comidas de Navidad y Año Nuevo. Entre estos moluscos que podemos encontrar en tiendas y supermercados con cierta regularidad se encuentran las navajas, muergo también las llaman, un producto sabroso de gran tradición en la costa cantábrica. Su preparación más sencilla suele ser a la plancha o ligeramente cocidas.

Si van a la plancha, normalmente se prepara con un aliño de ajo picado, perejil picado y aceite de oliva. Pero las abuelas gallegas tiene otra receta de aliño que también sirve para las navajas cocidas y se puede aprovechar también cuando se hacen de forma tradicional en la plancha.

Unas navajas, o muergos, recién hechos.

Unas navajas, o muergos, recién hechos. Freepik

Una vinagreta de cítricos

Las recetas van y vienen con el tiempo y algunas formas de preparar algunos platos van cambiando en nombre de la simplificación o de la rapidez. Así, el habitual aliño para el marisco a la plancha o al horno de aceite, ajo y perejil se ha ido imponiendo frente a otros algo más elaborados.

Pero ocurre que estos últimos aun resaltan más las virtudes del producto. Y estos lo saben bien nuestras abuelas, que guardan el secreto de una salsa para completar la preparación de las navajas que más de uno hará decir eso de “¿dónde has estado toda mi vida?”. Se trata de una vinagreta de cítricos y su preparación es de lo más sencilla.

Ingredientes para 12 navajas

  • Un limón
  • Una lima
  • Una naranja
  • Vinagre de manzana
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Media zanahoria
  • Cebollino
  • Micromezclum de brotes variados
  • Sal
  • Pimienta negra

Lo primero es limpiar de arenilla las navajas, para lo que hay que sumergirlas durante dos horas en agua fría con sal. Es conveniente cambiar el agua al menos una vez. Después, poner a hervir agua en una olla para cocerlas brevemente hasta que se abran. En cuanto lo hagan, sacarlas, escurrirlas bien, separar la carne de la concha (con cuidado para que no se rompan, son frágiles) y, según tamaño, cortarlas en dos o tres trozos que vuelven a ponerse en media cocha. Reservar.

Ahora la vinagreta. Rallar la piel de la lima, el limón y la naranja, que se pone en un bol. Además exprimir los cítricos y reservar el zumo. Verter el zumo en el bol con las ralladuras y añadir el aceite de oliva y el vinagre de manzana. Salpimentar y mezclar bien. Picar el cebollino y la zanahoria lo más fino posible y mezclarlo con la vinagreta.

Para emplatar, poner en un plato el micromezclum de brotes y al lado las navajas. Aliñar por encima con la vinagreta y a la mesa.

Otras recetas para disfrutar de las navajas

Las navajas son un tipo de molusco que admite una variada posibilidad de preparaciones. La más tradicional es a la plancha con aceite, ajo y perejil. Con un minuto a fuego fuerte se abren y es el momento de añadir el aliño para retirarlas enseguida.

Otra segunda posibilidad casi tan sencilla es prepararlas al vapor, la alternativa sencilla y limpia de disfrutar de todo su sabor. En una vaporera o en una olla con poca agua, en cinco minutos ya están listas para sacarlas la mesa. Aceite y limón son el complemento perfecto para potenciar su sabor.

Pero si se quiere algo más de garra, de personalidad, mientras se cuecen, se puede preparar en una sartén aparte una salsa picante con tomates, pimentón y dos o tres cayenas. Una vez lista la salsa, se ponen en ella las navajas a fuego bajo y se deja que se hagan unos minutos más. En función de la garra que se le quiera dar hay que acordarse de sacar las cayenas.

Finalmente, una salsa verde clásica también es un buen marco para una ración de navajas. Se prepara calentando un poco el aceite, pochando cebolla picada y cuando esta se dore se añade un diente de ajo picado. Cuando coja algo de color se incorpora una cucharadita de harina, que se cocina sin que se tueste demasiado, y se añade un vaso de vino blanco. En cuanto espese un poco se incorpora las navajas cocidas para ir rápido o crudas y se espera hasta que se abran cociendose en la salsa verde. Solo queda servir.

2025-01-10T18:48:25+01:00
En directo
Onda Vasca En Directo