La compraventa de viviendas se desplomó en abril en Euskadi un 23,4%. El motivo: el ascenso de los tipos de interés de las hipotecas. Según los datos que dio a conocer ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), en total se vendieron 1.348 viviendas, la mayoría usadas (1.204) y del mercado libre (1.225). Este es el tercer mes de descenso consecutivo, tras el registrado en febrero (-1,5%) y en marzo (-9,1%) y es el mayor registrado en el Estado, donde la caída fue del 8,1% en abril respecto al mismo periodo del año anterior.
Si se comparan estos datos con el mismo periodo de otros años, sólo se registró una cifra inferior en el año de la pandemia, en 2020. En abril de 2019, se vendieron en Euskadi un total de 1.616; en 2020, en pleno confinamiento, la compraventa de inmuebles bajó a 1.086; en 2021 registró una espectacular subida, al venderse 1.778 viviendas, una cifra parecida a la de 2022, de 1.759. Por lo que, en comparación con el año pasado, este mes de abril, la caída ha sido del 23,4% al venderse 1.348 viviendas.
A nivel estatal, abril de este año registró un total de 43.311 operaciones, la cifra más baja en dos años, tras sumar también tres meses de descensos. Los datos del INE muestran que la venta de vivienda usada bajó en abril un 9%, el mayor descenso desde enero de 2021; y la compraventa de vivienda nueva se redujo un 4,2% –ha bajado en siete de los ocho últimos meses–. Después de Euskadi, los mayores descensos se registraron en Illes Balears (-19,6%) y La Rioja (-18,6%). En el lado contrario, los mayores aumentos se dieron en Cantabria (11,6%), Comunitat Valenciana (6%) y Extremadura (3,7%).
Según los expertos del sector, ya se empieza a notar la subida de la inflación y el encarecimiento de la financiación. “Es previsible que esta tendencia continúe en los próximos meses, pero no es probable que asistamos a un descalabro en el número de viviendas vendidas que pueda afectar al mercado y reducir significativamente los precios”, explica Francisco Iñareta, portavoz del portal inmobiliario Idealista. Calcula que para final de año se habrán vendido unas 500.000 viviendas, un número menor que el del año pasado pero en la línea de lo vivido antes de la pandemia. Por su parte, la directora de Estudios de Fotocasa, María Matos, cree importante destacar “la gran capacidad de resiliencia que muestra el sector al sobrellevar el cambio en la política monetaria y evitar una brusca alteración en el mercado, porque la transformación está siendo suave y paulatina”. “La demanda de adquisición se sitúa por encima de las cifras de la pandemia, por lo que las subidas de tipos no han congelado la demanda latente, sino que sólo están afectando a la sobredemanda surgida”, añade.
Las cifras siguen mostrando la dificultad de la juventud para adquirir una vivienda. Así, sólo dos de cada diez (18%) operaciones de compraventa en las agencias son realizadas por menores de 35 años, una cifra que ha caído cerca de un 14% en el último año, según se desprende del barómetro El sentimiento de mercado de los profesionales inmobiliarios elaborado por UCI y su área de desarrollo profesional, SIRA.
Las agencias inmobiliarias destacan que el 96% de los jóvenes se emancipa a través del alquiler, donde el piso compartido representa el 48%, mientras que sólo un 4% de los menores de 35 años compra vivienda. En cuanto a la tipología, los menores de 35 años compran en su mayoría un apartamento de uno o dos dormitorios (72%), seguido de un piso de tres o más dormitorios (24%), mientras que menos de un 2% de los jóvenes adquieren viviendas unifamiliares o adosadas.