La Primera RFEF ha entrado ya en su tercer mes de competición y la Sociedad Deportiva Amorebieta no acaba de adaptarse a su nuevo hábitat tras no poder mantenerse en Segunda por vez primera en su historia por un solo gol. Sigue siendo noticia, pero una causa bien distinta. Diez jornadas, un cuarto de campeonato transcurrido y no consigue salir del hoyo en el que sigue metido peligrosamente. Y para colmo de males, a la derrota de ayer en Tarazona le acompañó el triunfo en Lezama del Ourense, por lo que ya es colista.
Un solo punto conquistado de los últimos quince habidos en juego, desde que se le ganara precisamente al equipo gallego. Cuatro goles marcados por 16 en contra, y a cinco puntos ya del sexto, esto es, de la permanencia. El regreso a Urritxe no ha supuesto la pócima necesaria, y a domicilio el grupo se desmorona a la mínima bofetada que recibe.
En el Municipal de la localidad zaragozana, Pablo Cuñat Campos recibía el primer mazazo con apenas tres minutos. A partir de ahí, absoluta impotencia en un conjunto en el que únicamente, algo que ya se viene repitiendo, es Pablo Hervías quien es capaz de poner sobre el verde una mínima dosis de cordura y calidad pero, claro está, no da, y el panorama se torna cada vez más oscuro. Más goleado con 19, y tercer menos goleador con 7, uno más que el propio Ourense y el Lugo, al que le llega para estar noveno en la tabla.
Julen Guerrero no da con la tecla, con el consiguiente desasosiego a media que van pasando las semanas y las oportunidades. La temporada es larga, pero toca reaccionar cuanto antes, y aunque nunca se sabe, el calendario es de agarrarse bien fuerte con una curva cerrada tras otra, y con la incomodidad añadida de tener que afrontar este jueves (19 horas) el estreno de la Copa del Rey en el Campo Municipal de Deportes de Barbastro. Otra vez a Aragón, y a partir de ahí, los dos primeros, Cultural Leonesa y Arenteiro, y, seguido, Barça B y Ponferradina antes de recibir al Sestao River. Enorme desafío para que los azules le den la vuelta.