El año 2023 fue el más seco para los ríos del mundo en los últimos 33 seguido de 2021 y 2015, según 'Estado de los recursos hídricos mundiales 2023', el informe que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha publicado este lunes. De hecho, es el quinto consecutivo en el que los caudales fluviales y embalses fueron inferiores a lo normal.
De esta manera, el organismo ha detallado que durante ese año más del 50% de las cuencas hidrográficas a nivel mundial mostraron condiciones anormales, la mayoría de ellas deficitarias. La OMM ha avisado de que esta situación reduce la cantidad de agua disponible para las comunidades, la agricultura y los ecosistemas, lo que ejerce una mayor presión sobre el abastecimiento mundial de agua.
Además, el estudio ha indicado que los glaciares experimentaron durante el 2023 su mayor pérdida de masa en los últimos 50 años: un total de 600 kilómetros cúbicos (km3), unos 100 km3 más que en cualquier otro año registrado desde 1976. En este sentido, también ha indicado que ese año ha marcado el segundo año de pérdida generalizada de hielo a nivel mundial.
En concreto, esta pérdida se ha debido principalmente al deshielo extremo ocurrido en el oeste de América del Norte y los Alpes europeos, donde los glaciares suizos perdieron cerca del 10% del volumen que les quedaba en los dos últimos años. Por esta parte, la investigación ha informado de que la capa de nieve presente en el hemisferio norte disminuyó a finales de la primavera y en el verano, de modo que en mayo de 2023, la extensión de esa capa de nieve fue la octava más baja registrada (1967-2023).
SEQUÍAS, INUNDACIONES Y 11.000 MUERTOS EN LIBIA
A su vez, el estudio ha destacado que el 2023 fue el año más cálido registrado con +1,45ºC sobre tiempos preindustriales, marcado por sequías prolongadas e inundaciones generalizadas, impulsadas tanto por la transición de La Niña a El Niño como por el cambio climático inducido por el hombre. Por continentes, África fue el más afectado en cuanto a pérdidas humanas por el derrumbe de dos presas en Libia, que acabó con la pérdida de 11.000 vidas.
En líneas generales, la investigación ofrece una evaluación mundial de los recursos hídricos, basada en datos de los servicios meteorológicos e hidrológicos, para proporcionar información a las instancias decisorias de los sectores sensibles al agua y a los profesionales dedicados a la reducción de los riesgos de desastres. Esta edición, que se publica en su tercer año, incluye nuevos datos sobre lagos, embalses, humedad del suelo y glaciares.
Según ha recalcado la OMM, el objetivo del estudio es crear un conjunto de datos globales de variables hidrológicas para respaldar los sistemas de alerta temprana sobre peligros relacionados con el agua para 2027. La Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo, ha recalcado que los recursos hídricos son un indicador de peligro del cambio climático. Según sus palabras, el ciclo hidrológico se ha acelerado y se ha vuelto "más irregular e impredecible" a raíz del aumento de las temperaturas y la sociedad se enfrenta a problemas crecientes de exceso o escasez de agua.
Por ello, ha incidido en que este informe pretende contribuir a mejorar el monitoreo, el intercambio de datos, la colaboración transfronteriza y las evaluaciones. Actualmente, 3.600 millones de personas carecen de suficiente acceso al agua al menos durante un mes al año, cifra que previsiblemente aumentará hasta superar los 5.000 millones de aquí a 2050, según datos de ONU-Agua.