El Antonov AN-124, una de las aeronaves más grandes del planeta, ha regresado en las últimas horas al aeropuerto de Foronda. Y como suele ser habitual cada vez que un visitante tan distinguido se deja ver en la pista del aeródromo gasteiztarra, la expectación ha sido máxima entre los numerosos aficionados a la aviación que hay en la ciudad.
El coloso alado aterrizó a media tarde de anteayer en la pista gasteiztarra mostrando por segunda vez esta semana, en apenas cuatro días, sus espectaculares dimensiones.
Sabedores de la llegada de la nave y aprovechando la soleada jornada del sábado, fueron numerosos los curiosos y spotters que se acercaron hasta Foronda para presenciar y fotografiar el descenso del Antonov, que inundó las principales redes sociales de imágenes y vídeos.
Como ya sucediera en su aterrizaje del pasado miércoles en Foronda, el cuarto avión carguero más grande del mundo llenó su bodega con tubo perforado, que fue trasladado posteriormente hasta El Cairo –como ya hizo en su anterior visita a Foronda–. El Antonov, en concreto, partió rumbo a la capital egipcia pasadas las 10.00 horas de ayer.
En los 41 años de existencia de Foronda han sido habituales los aterrizajes de las aeronaves de la serie Antonov. En 2019 ya se dejaron ver varias unidades, de unas dimensiones menores. En 2016 también tocó tierra el mismo modelo del Antonov AN-124 y hace más de una década que el mayor avión de carga del planeta, el Antonov 225, estuvo en Foronda.