En apenas un par de meses dará comienzo la vuelta a las aulas. Miles de estudiantes regresarán a uno de los hábitos más presentes del año, tomar apuntes. Y, es, que, aunque las costumbres han cambiado, son varios los que siguen manteniéndose fieles a la vieja usanza, el papel. Este beneficio patrocinado por el avance tecnológico ha conseguido remodelar las costumbres escolares por completo.
Un experimento dirigido por Pam Mueller, de la Universidad de Princeton indagó sobre el tema mediante un grupo de estudiantes. Todos ellos, habían recibido una charla de Ted. La mitad del porcentaje, de los alumnos, recopilaba sus apuntes mediante papel y lápiz. La otra mitad restante lo hacía con un teclado.
PROCESAR INFORMACIÓN
Tras la exposición se trató de distraer a los alumnos, con fines determinados, para así posteriormente poder ponerlos a prueba. Lo curioso fue, que, los estudiantes que habían recogido sus apuntes mediante papel y lápiz habían asimilado más información que sus otros compañeros fieles a la tecnología.
Las declaraciones de los jóvenes fueron gratamente sorprendentes e inesperadas por los expertos. Y, es, que, según ellos, cuando usas papel y lápiz procesas la información más profundamente debido a que no puedes escribirla toda y por tanto se quedarán los datos más relevantes. Además, puedes moverte a tu antojo por toda la hoja de papel subrayando e incluso utilizando márgenes o sangrías. Por otro lado, los amantes del papel afirmaban no haber puesto el "piloto automático", como es el caso de las metodologías informáticas.
El otro bando también sostenía argumentos rígidos por su parte: "El pro de no tener que tomar notas es que puedes concentrar toda tu atención en lo que dicen sin preocuparte por escribirlo" alegaba uno de los alumnos a BBC.
De igual modo, puede que estemos ante el futuro de tomar notas, claro está, de manera más pausada.