Dicen que el secreto del buen deportista no reside solo en los resultados inmediatos, en las victorias, en llegar a 22, sino en sacar un aprendizaje de cada paso atrás y olvidar rápido los malos momentos. Es la única manera de crecer. De ascender escalón a escalón hasta el Olimpo. En ese camino intrincado se encuentran Julen Egiguren e Iker Salaberria, finalistas del Cuatro y Medio de Promoción el sábado en el Labrit de Iruñea, a partir de las 17.00 horas.
El azpeitiarra debutó con Aspe en San Juan de 2019. Un curso después alcanzó la final del acotado de 'plata'. Se enfrentó a Aitor Elordi, el más temido de la terna de pelotaris en liza aquel curso. Perdió por un contundente 22-5. Un año más tarde el mallabitarra entró en la liguilla de cuartos de final de Primera y en esta edición ha sido la sorpresa, llegando a las semifinales. Poca broma. Unos meses después, Egiguren V arribó en la final del Manomanista de 2021. La historia se repite. Enfrente, Peio Etxeberria, un delantero con pedigrí de primer espada pero sin hueco en Primera. Le dejó en siete. El de Zenotz residía en la bisagra de los estelares. Entraba dentro de la lógica.
Salaberria se estrenó el 1 de noviembre de la misma campaña, justo antes de que estallase la pandemia del covid-19 que frenó su rodaje y adaptación al campo profesional. A pesar de haber dado buen rendimiento en todo tipo de situaciones, su primera final fue en el Manomanista de Segunda de 2022. Jon Alberdi, más experimentado, le pasó por encima: 22-11.
“ El material es similar, salvo una que ha elegido Iker, que es algo más tosca. No hay ninguna excusa ”
Julen Egiguren - Delantero de Aspe
El guipuzcoano y el navarro aspiran a sumar su primer entorchado en la élite el sábado en el Labrit de Iruñea. La primera muesca del rifle. “Esta es mi tercera final y creo que llego en mejor momento que en las dos anteriores”, analiza Egiguren. A la tercera… “Además, esta vez espero sacar todo mi juego y si lo hago tendré mis opciones. El ganar a Bakaikoa me dio mucha confianza”, desbroza. No en vano, en semifinales tumbó al máximo favorito al triunfo. Joanes, un delantero secante, duro y farragoso, cedió en una batalla épica en Berriz. Se cruzaron 376 pelotazos a buena en 67 minutos de juego: 20-22.
“ Afortunadamente estoy bien. Las sensaciones de los partidos que he jugado han sido buenas y espero trasladarlas a la final ”
Iker Salaberria - Delantero de Aspe
Salaberria, por su parte, recuerda que “quiero sacarme la espinita que se me quedó clavada en la final del Manomanista”. “Salí nervioso y no competí. Por eso, el sábado, gane o pierda, quiero sacar mi juego”, describe el puntillero de Goizueta. Es el momento de cicatrizar heridas.
Ambos compartieron grupo en la liguilla de cuartos de final y el navarro fue el que se llevó el gato al agua. 20-22 en el Labrit. Otra guerra. Salaberria se mantiene invicto en el presente acotado. “Iker está en un gran momento. Ha ganado todos los partidos y se le ve con mucha confianza. En la liguilla me venció en un partido que tenía encarrilado. En la primera mitad le hice daño con el saque y en la segunda mitad, él más aún”, sostiene Egiguren V, quien reflexiona que “no me conviene un partido rápido, porque es su terreno. Intentaré endurecer el juego, pero sin desaprovechar las oportunidades”.
Salaberria reconoce que llega “bien”. “Afortunadamente estoy bien. Las sensaciones de los partidos que he jugado han sido buenas y espero trasladarlas a la final”, especifica el goizuetarra, que vivirá un día muy especial cerca de casa. “Jugar en el Labrit una final es muy bonito por el ambiente que se crea. La familia y los amigos me van a arropar mucho”, apostilla el navarro.
SIN PROBLEMAS CON EL MATERIAL
Los dos delanteros de Aspe, empresa que en la presente campaña copa las finales del acotado tanto de Promoción como de Primera –Ezkurdia contra Altuna III–, se citaron este martes en Iruñea para seleccionar pelotas para el envite. No hubo problemas con los lotes presentados. “El material es similar, salvo una que ha elegido Iker, que es algo más tosca. No hay ninguna excusa”, declara Egiguren. Su rival, además, añade que “quizás las mías sean más rápidas y las de Julen son pelotas que dejan jugar más”. El primero se decantó por cueros de 104,8 y 105,3 gramos, mientras que las del segundo tienen un peso de 104,9 y 105,6 gramos.