“Se han producido jugadas claves”. Es el argumento que utilizó Javier Olaizola, entrenador del Arenas, para explicar la goleada que encajó su equipo el pasado domingo ante el filial del UD Logroñés (5-1), que ha dejado muy mal sabor de boca en el entorno rojinegro después de haber encadenado cuatro jornadas consecutivas sin conocer la derrota. Lo cierto es que el Arenas ofrece un rostro de dos caras. Al parecer no le gustan las medias tintas. La manita recibida en el Mundial’82 le convierte en el segundo equipo más goleado del grupo, con 17 tantos encajados, un dato que no suele corresponder a un equipo que es segundo en la tabla y que, a priori, aspira a saltar de categoría, mientras que es el segundo más goleador, un dato más lógico, con una tarjeta de 18 dianas materializadas, solo superado en esta faceta por el Tarazona, con 22.
Olaizola profundizó en esas jugadas claves que detectó. “El hecho de encajar el 1-1 al poco de adelantarnos y de seguido llegó la expulsión de Iñigo López (que será baja el domingo ante el Beasain en Gobela). El hecho de jugar con diez se nos ha complicado mucho y nos ha condicionado el partido, al margen de ciertos errores nuestros, en los minutos finales cuando nos contragolpeaban y se acercaban a la portería, no solo generaban ocasiones, sino que nos hacían gol”, lamentó el preparador arenero, al que le toca pasar página y que quiere corregir esas facilidades defensivas que le han costado a su equipo valiosos puntos que le han privado de recortar distancias respecto al Sestao River, que lidera el grupo.
El Arenas, así y todo, afronta dos encuentros consecutivos en Gobela, ante el Beasain y el Gernika, en los que quiere hacer más caja.