El artefacto espacial chino descontrolado cae en el Pacífico Sur, según EEUU

El objeto espacial chino que ha provocado la paralización de la actividad en distintos aeropuertos españoles por precaución ha caído finalmente en el Pacífico Sur, según ha confirmado en Twitter la Fuerza Espacial de Estados Unidos (U.S. Space Command). El cohete, denominado CZ-5B (2022-143B), iba sin control y ha dado varias vueltas a la Tierra antes de estrellarse.

Desde el lanzamiento del cohete, el pasado 31 de octubre, U.S. Space Command y la red de Operaciones de Seguimiento y Vigilancia Espacial de la UE (EUSST) han estado observando de cerca la reentrada en la atmósfera terrestre de la pieza CZ-5B, la parte central del cohete que lanzó Mengtian (tercer y último módulo de la gran estación espacial modular china).

Es habitual que China deje que sus cohetes de Larga Marcha caigan sin control en la Tierra previendo que pase por zonas habitadas. Justifica el programa espacial chino que los artefactos se desintegran al entrar en la atmósfera y la chatarra que se genera cae en los océanos.

Normalidad en el tráfico aéreo español

El gestor nacional de navegación aérea, Enaire, levantó las restricciones que había impuesto a primera hora de esta mañana en el espacio aéreo español tras la entrada en la atmósfera de forma incontrolada de los restos del artefacto.

Los aeropuertos de Catalunya, Baleares, Aragón y Navarra habían suspendido toda su operativa, tanto de salidas como de aterrizajes, entre las 8:38 y las 9:38 horas, como consecuencia de la reentrada de este cohete chino en la atmósfera (después de haberla abandonado), que ha afectado al espacio aéreo de estas comunidades.

El gestor, siguiendo las recomendaciones de la Agencia de Seguridad Aérea Europea (EASA) y las directrices de la célula interministerial liderada por el Departamento de Seguridad Nacional, estableció para garantizar la seguridad una franja de exclusión de espacio aéreo de 100 kilómetros a ambos lados de la órbita del objeto espacial.

La entrada no controlada en la atmósfera del cohete, que en su origen tenía un peso de unas 20 toneladas, estuvo monitorizada en todo momento, como es preceptivo en este tipo de situaciones, por distintos organismos e instituciones nacionales e internacionales que comparten información en este ámbito.