El artista Luis Morea comparte en el Maisonnave su proyecto 'Dominador de sueños'

Artista vocacional y, como tal, entregado, Luis Morea Guinda (1962) lo vuelca todo en el arte: su afán de exploración y experimentación, sus dudas, sus preguntas y búsquedas vitales. Eso, unido a la técnica que ha forjado de manera autodidacta a lo largo de los años, y a una sensibilidad, una espiritualidad –“como ciencia, más que como religión”, dice– y una intuición que cultiva a través del que es su oficio y su pasión, hacen de él un creador con sello personal. Lo comprobará quien acuda al Hotel Maisonnave, donde el artista de Huarte protagoniza, hasta el 12 de abril, una nueva cita del ciclo Arte Nuevo.

Allí comparte con el público una muestra de su arte más reciente bajo el título Dominador de sueños, que alude a una poesía que dedicó al artista otro pintor y poeta, Alfredo Díaz de Cerio. Morea dialoga a través de siete pinturas abstractas pertenecientes a una serie que inició en 2003 y que se presenta aquí de forma inédita, junto a cinco obras gráficas y dos esculturas de su serie Hombr@s piedra, que suma más de 500 piezas y en la que vuelca una mirada profunda al ser humano. “Observo el individualismo que lleva a la indiferencia”, dice.

12.000 PAPELES PARA UN COLLAGE MEDITATIVO

Sobre las pinturas que presenta, explica que “es arte abstracto en un estilo que suelo decir que me he inventado, y en el que mezclo collage y pintura. Son obras a base de figuras geométricas, para llevarlas en su mayoría a escultura, o bien a vidrieras, mosaicos o piezas en acero corten”, dice de estas siete pinturas sobre las que ha pegado unos 12.000 papeles.

“Previamente pinto y luego pego. Es como una meditación, una terapia: a la vez que lo realizo me enfrento a las dudas que tenemos todos, como seres humanos y como sociedad. Voy buscando preguntas y respuestas”, cuenta Luis Morea, quien se reconoce como un poeta que habla con signos materiales y comunica así una particular visión del mundo. Mundos nuevos y oníricos en los que proyectarnos, con nuestras dudas y certezas. Oportunidades pretéritas o vanguardistas de entender la vida y el arte.

La amplia trayectoria de Morea tiene su origen en los años 80, cuando estudió modelado y pintura en el taller que dirigía Patxi Buldain (1986-1990). En su trabajo de marcado carácter multidisciplinar –ha abordado pintura, escultura, obra gráfica, fotografía o vídeo– laten influencias de Jorge Oteiza, a quien tuvo la oportunidad de conocer y con quien entabló largas conversaciones.

La obra del artista de Huarte, que puede conocerse en su web luismorea.com, profundiza en la idea de un tiempo que no existe, con referencias a la física cuántica y con el carácter de un explorador del arte con una impronta extemporánea. En cuanto a sus formas escultóricas, hunden sus raíces en el paleolítico y en lo que esa huella ancestral ha dejado en las culturas africanas. Habiendo vivido varios años en el Congo, se ha impregnado no solo de la depuración expresiva del arte negro sino también de un sentimiento animista que parece estar contenido en el propio material.