Las obras del parque de Trinitarios llegan a su fin con la instalación esta semana del ascensor urbano, que conectará la parte alta de la ciudad en el entorno de la calle Doctor López Sanz con el Paseo del Plazaola, entre los barrios de San Jorge y Rochapea. La estructura, en forma de L, comenzó a levantarse en la jornada de ayer, con la sección vertical, de 20 metros de altura. Hoy se ha procedido a la instalación de la pasarela horizontal, de 18 metros de longitud, desde la calle Doctor López Sanz hasta la boca del ascensor. El elevador, con una estructura similar al ubicado en el parque de la Media Luna, cuenta con una estructura metálica de acero pintado y un cuerpo vertical de vidrio para acoger la cabina. Para su instalación, se han utilizado dos grúas. Una de mayor altura, con una longitud de 56 metros, que asciende a 124 con plumines, y con capacidad para soportar 350 toneladas; y otra de una longitud de 51 metros, capaz de levantar 60 toneladas.
Esta nueva dotación, que entrará en funcionamiento a finales de mayo, cuando se complete la urbanización del parque, se convertirá en el undécimo ascensor urbano de la ciudad, sumándose así a los de Descalzos, Media Luna, Erletokieta, Isaac Albéniz, plaza Felisa Munárriz, Monasterio de Fitero, Etxabakoitz Norte, Concepción Benítez, Lezkairu y Mendillorri. El objetivo de todos ellos es facilitar la accesibilidad entre puntos de la ciudad próximos, pero con un gran desnivel entre ellos. El ascensor de Trinitarios, de hecho, sortea 20 metros de desnivel, entre la zona del Club Deportivo Anaitasuna y las dependencias de Policía Municipal, y la parte baja, próxima al río. Junto al ascensor, se han construido unas nuevas escaleras en zigzag, que sustituyen a las anteriores.
Las actuaciones desarrolladas en este espacio en los últimos meses han supuesto una renovación completa del entorno. Desde la adjudicación de las obras en diciembre de 2021 hasta la actualidad, se han generado un nuevo parque en la parte inferior y se ha comenzado la reurbanización en la parte superior, en el entorno de la calle Doctor López Sanz. En conjunto, se ha intervenido en más de 15.000 metros cuadrados, que se han ganado como espacio de ocio y esparcimiento. Las obras se están desarrollando en dos fases: la primera de ellas comenzó en marzo de 2022 y terminará en mayo de este año, y la segunda fase, correspondiente a la reurbanización de la calle Cuesta de la Reina y su conexión con la Taconera, ha comenzado en enero de este año y su terminación está prevista para finales del mes de junio.
El nuevo parque ocupa 9.981 metros cuadrados, incluyendo los más de 4.000 metros cuadrados del antiguo depósito de la grúa que se han integrado en la zona verde. Se ha generado una plaza circular en el entorno del paseo del Plazaola, que es donde desemboca el ascensor en la parte inferior. La plaza está conformada por dos muros de contención curvos, encargados de fijar la pendiente entre el tramo superior e inferior. Además, se han creado nuevos recorridos peatonales y ciclistas en el entorno ajardinado, que confluyen en esta plaza. Su forma curva permitirá dar visibilidad tanto a los accesos peatonales como al ascensor, aportando seguridad a las personas usuarias.
NUEVO CARRIL BICI Y ACERAS
En la parte superior, se está actuando en 5.811 metros cuadrados, con el objetivo de reurbanizar y reordenar los recorridos peatonales y ciclistas en la calle Doctor López Sanz, en el entorno de las Casas de Larraina y en el final del parque de la Taconera, en su cruce con Monasterio de Irache. Las obras incluyen la reurbanización de todo este tramo, modificando la sección de la calle cuesta de la Reina, como principal recorrido peatonal y ciclista de acceso al ascensor.
El objetivo es ampliar las aceras y generar cruces peatonales más amables, al mismo nivel que la acera, acordes a los nuevos tránsitos que se prevé generará toda esta zona. El carril bici, inicialmente previsto sobre la acera, se bajará a la calzada, para adecuarlo a los nuevos criterios de movilidad. El nuevo carril bici se separará de los vehículos de motor por la franja arbolada existente en la actualidad en la zona de las Casas de Larraina.
Las obras, con un coste total de 2,5 millones de euros, cuentan con financiación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) a través de los fondos europeos Next Generation EU, de los que el Ayuntamiento de Pamplona ha obtenido 2,3 millones de euros.