El Athletic Club ha anunciado esta mañana el primero de los amistosos confirmados de la próxima pretemporada, en la que el equipo rojiblanco preparará un curso que significa el regreso, tras seis años de ausencia, a la competición continental, en concreto la UEFA Europa League tras el quinto puesto liguero y el título de Copa del Rey obtenidos. El rival será el Aston Villa que dirige el hondarribiarra Unai Émery el miércoles 7 de agosto, a partir de las 20.30 horas, en el Beskot Stadium de la localidad de Walsall, sita en la parte norte de la periferia de Birmingham y que actualmente acoge partidos de la League Two.
La plantilla que entrenará Ernesto Valverde por tercera temporada consecutiva en su tercera etapa como técnico al frente de los leones se encuentra de vacaciones y aún se desconoce la fecha en la que regresarán al trabajo en las instalaciones de Lezama, que volverán, salvo imprevisto cambio, a convertirse en el centro neurálgico de su preparación antes de que, a mediados de agosto, eche a rodar en serio el balón. Es probable que este test ante el equipo británico sea el último antes de que, una semana después, comience el campeonato de Liga. El equipo bilbaíno solo saldrá de casa para jugar los distintos compromisos preparatorios.
Émery afronta su tercera temporada en el banquillo de los 'villanos' después de alcanzar, tras Manchester City, Arsenal y Liverpool, el cuarto puesto de la Premier League, lo que le permite estar presente en la próxima edición de la Liga de Campeones. Además, llegó hasta las semifinales de la Conference League, en las que cayó eliminado ante el a la postre campeón, el Olympiacos de otro preparador vasco, José Luis Mendilibar.
Athletic y Aston Villa son viejos conocidos ya que se han visto las caras en competición oficial en dos ocasiones, imponiéndose en ambas el cuadro inglés. En la temporada 1977/1978, con el recordado Koldo Aguirre de entrenador, y en segunda eliminatoria de la entonces denominada Copa de la UEFA, se empató a uno -gol de Dani- en San Mamés y se perdió 2-0 en el Villa Park, que acogió, veinte años más tarde, la ida de la tercera ronda de esa misma competición, a las órdenes de Luis Fernñandez, con un marcador de 2-1 a favor de los locales -tanto obra de Javi González- que no se pudo remontar en la vuelta de La Catedral al concluir el choque con el marcador inicial.