El doble ataque suicida perpetrado este jueves por el Estado Islámico en el aeropuerto de Kabul ha precipitado el final de las evacuaciones de la mayoría de países en Afganistán. Aunque en los últimos días los Ejecutivos pedían prolongar la fecha límite del 31 de agosto impuesta por los talibanes para abandonar Afganistán, la masacre que se ha cobrado la vida de al menos 110 personas y ha herido a 150 ha empujado a España, Reino Unido, Italia o Noruega, entre otros, a poner punto y final a las evacuaciones.
Más de 100.000 personas evacuadas
Más de 105.000 personas han podido abandonar Afganistán a través del aeropuerto de Kabul desde que los talibán se hicieron con el control de la capital afgana, según un nuevo balance de la Casa Blanca que refleja la finalización progresiva de los traslados anunciada por varios países.
Así, en las últimas 24 horas han sido evacuadas unas 12.500 personas, de las cuales unas 8.500 corresponden a vuelos fletados por las Fuerzas Armadas norteamericanas. Desde el 14 de agosto, ya son 105.000 las evacuaciones, que ascienden a 110.000 si se tienen en cuenta otros viajes gestionados desde finales de julio, informa la cadena CNN.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene previsto reunirse este viernes con su equipo de seguridad nacional para examinar la situación de Afganistán, un día después de un doble atentado junto al aeropuerto que dejó unas cien víctimas mortales, 13 de ellas militares norteamericanos.
La Casa Blanca ha advertido de que "la amenaza persiste", por lo que Washington no descarta que pueda producirse otro atentado antes de que concluya el repliegue definitivo de tropas, previsto para el próximo martes, 31 de agosto. La filial afgana de Estado Islámico reivindicó la doble explosión del jueves.
La inseguridad ha llevado a numerosos países a acelerar el fin de sus evacuaciones. España ha concluido su proceso de traslados con la salida de 2.200 compatriotas y refugiados afganos, cifra similar a la de Francia, que rondaría los 2.600. Italia, por su parte, ha sacado a más de 4.800 afganos.
Alemania, que ha fletado ya su último avión, ha evacuado a más de 5.300 personas, mientras que Reino Unido es el segundo país que más traslados ha efectuado, solo por detrás de Estados Unidos, con un total que superaría los 13.700, según datos del Gobierno británico.
Cientos de personas siguen aglutinadas en el aeropuerto
Cientos de personas han vuelto un día más a aglutinarse en el aeropuerto de la capital de Afganistán, Kabul, en busca de una salida del país a pesar del doble atentado perpetrado por Estado Islámico este jueves. Según el portal afgano Ariana, la puerta de Abbey Gate, epicentro de los atentados, permanece vacía de gente, que en su lugar permanece concentrada en las inmediaciones de la instalación aeroportuaria, según las imágenes captadas por la cadena Tolo News.
El general Frank McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos, ha confirmado en las últimas horas que los soldados estadounidenses en Kabul permanecen en alerta por temor a nuevos ataques que podrían llevarse a cabo con coches bomba o cohetes.
El doble atentado ha generado condenas de destacados líderes afganos, entre ellos Abdulá Abdulá, antiguo negociador del Gobierno de Ashraf Ghani y figura clave junto al expresidente Hamid Karzai en las conversaciones en marcha con los talibán para tratar de conformar una administración inclusiva y evitar el vacío de poder.
Estado Islámico Provincia de Jorasán ha reivindicado ya la autoría de este atentado. Con los talibán ya prácticamente al mando del país, ellos serían ahora la principal amenaza en términos de seguridad.
Las doctrinas de este grupo, surgido en enero de 2015 a partir de una amalgama de talibán afganos y paquistaníes, son incluso más duras que las de los talibán, a los que consideran herejes y a quienes recriminaron el acuerdo de paz sellado en febrero de 2020 con el entonces Gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Donald Trump, punto de partida del repliegue extranjero.
En los últimos años, Estado Islámico Provincia de Jorasán ha sufrido varias derrotas militares y la detención de algunos de sus principales líderes, pero ha terminado creciendo al albor del caos en que se ha visto sumido Afganistán y ha seguido perpetrando atentados, también en Kabul. Entre sus objetivos figuran autoridades locales y fuerzas extranjeras.