Galatasaray, Fenerbahçe, Trabzonspor y Besiktas. Son los cuatro rivales turcos a los que el Athletic se ha enfrentado a lo largo de la historia. Más concretamente, de los últimos cuarenta años. Y, por lo que concierne al rival de mañana, es la tercera ocasión en la que este equipo de Estambul, apodado 'las águilas negras', se cruza en el camino de los rojiblancos.
El Besiktas Jimnastik Külübü, fundado en 1903 y que cuenta con su estadio sito a unos pocos metros de la famosa Plaza Taksim de su megalópolis, no atraviesa por su mejor momento. Los leones le aventajan en diez de los dieciocho puntos disputados en esta fase de la UEFA Europa League, y a falta de estas dos jornadas, teniendo que enfrentarse posteriormente al Twente en territorio neerlandés, tiene a un punto alcanzar al 24º para entrar en dieciseisavos de final y a cinco del octavo puesto y de los octavos de final, en los que ya, salvo muy improbable catástrofe, ya está, con gran brillantez, el conjunto de Ernesto Valverde.
Pero ahí no acaban las penas del cuadro otomano. Es sexto en la Superlíg, a 20 puntos del líder, su vecino Galatasaray, cuando, como aquí, acaba de comenzar la segunda vuelta. Viene de empatar sin goles como local ante el Samsunspor, e incluso otro club que nada cuenta en el panorama internacional, el Eyüpspor, le supera en la tabla. Todo ello ha provocado el reciente cambio de entrenador, con la llegada de Ole Gunnar Solskjaer, aquel rubio rizado noruego que formaba parte del Manchester United de Beckham y Ferguson que deslumbró por Europa y que se llevó la Champions de la final jugada en el Camp Nou contra el Bayern de Múnich. Corría el año 1999.
San Mamés y el Tüpras, vidas paralelas
Así las cosas, el escenario parece propicio para repetir el éxito vivido el mes pasado a unos pocos kilómetros, el 0-2 del Sükrü Saracoglu sobre el Fenerbahçe. El Tüpras Stadyumu, en el que se va a permitir la entrada de ikurriñas portadas que van a portar los athleticzales a instancias de las autoridades de la ciudad, cuenta con un aforo para 42.000 espectadores.
Hace algo más de una década que se inauguró el Vodafone Arena, así llamado hoy día por motivos publicitarios, y que fue construido sobre las ruinas de aquel Inönü Staduymu que albergó las dos anteriores visitas de los bilbaínos. Curiosamente San Mamés y el estadio del Besiktas vinieron a coincidir en el tiempo en demolición y reconstrucción, entre junio y octubre de 2013.
Dice la hemeroteca que los precedentes zurigorris en suelo bizantino datan de muchos antes. Uno de ellos de la temporada 2004-2005, cuando se perdió por 3-1 en aquella fase de grupos de la Copa de la UEFA. Curiosamente, fue el único triunfo de los turcos, entonces dirigidos por Vicente del Bosque, quedando eliminados, y la única derrota del Athletic, que pasó como primero de los cinco que integraban aquel grupo, en el que también estaba el Standard de Lieja, al que la escuadra vizcaína endosó aquel histórico y escandaloso 1-7 seis semanas después del estéril viaje a Estambul que trajo el solitario gol de Santi Ezquerro. El Austria de Viena, con aquella extraña eliminatoria vivida debido a la copiosa nevada en la capital austríaca que provocó la suspensión del choque de ida, se encargó de dejar en la cuneta a los de Valverde.
Cuando el fútbol era otra historia
Esa fue la segunda visita rojiblanca al Besiktas. Para encontrar la primera hay que remontarse a un 4 de octubre de 1985, cuando la vida y el fútbol eran bien distintos a lo que actualmente se vive. Cuando era otra historia. Cuando no era un macronegocio, ni había fases de grupos, ni vuelos chárter. Las televisiones no monopolizaban los intereses del resto como ahora, ni la competición estaba tan estructurada. Tan es así que los clubes acordaban cuándo jugar -en el viejo San Mamés la hora era la delas ocho y cuarto- ni existía la luz artificial en muchos campos, y en aquel se tuvo que jugar a las dos de la tarde, hora de Euskadi. Muchos seguidores rojiblancos, presentes en las aulas o en sus puestos de trabajo, tuvieron que recurrir a la incipiente creación del vídeo para ver un rato después lo que ya había ocurrido.
El Athletic lo visitó en la vuelta de los treintaydosavos de final de la Copa de la UEFA tres semanas después de la ida. Se llevó a 4.000 kilómetros un 4-1 favorable cuando los goles valían doble fuera de casa en caso de empate. Hubo susto en San Mamés porque, aunque se era claro favorito para pasar de ronda, todo comenzó torcido con un error de Andoni Zubizarreta a un disparo visitante lejano que parecía ofensivo. Pero Santi Urkiaga, en uno de los pocos goles que marcó, Julio Salinas, por partida doble, y Manolo Sarabia enmendaron la plana para los dirigidos por Javier Clemente.
Ya en feudo turco, las pocas opciones locales desaparecieron de un plumazo cuando el propio Sarabia marcó el único tanto del duelo a los doce minutos. A diferencia de ahora, los campos también estaban en un estado lamentable, y el gallartino resolvió satisfactoriamente tras rematar un balón que botaba como un conejo. En aquella temporada el Athletic también eliminó al Lieja para caer eliminado ante el Sporting de Portugal. Repetir mañana un marcador similar permitiría a los de Valverde, a la espera de recibir la próxima semana al Viktoria Plzen checo, dar un paso más al frente hacia la final del 21 de mayo, la de San Mamés, al ratificarse en una cabeza de la clasificación de 36 que concede ciertos privilegios para los futuros sorteos.