El Athletic está obligado a aparcar la dura derrota sufrida el domingo ante el Girona en San Mamés y recobrar las buenas sensaciones que ha transmitido hasta la fecha en su andadura en Copa. Una competición con la que se reencuentra esta noche (21.00 horas) en un escenario como El Sadar, que será una olla a presión y donde se ha colgado el cartel de no hay billetes, y frente a un equipo, Osasuna, que llega muy motivado ante la oportunidad histórica que se le presenta. No obstante, el conjunto navarro tiene ante sí la posibilidad de alcanzar una final copera por segunda vez en su historia, algo que tratará de evitar el Athletic, que recupera a Iñigo Martínez y Nico Williams, que con Raúl García y Yeray Álvarez conforman una convocatoria de 23 futbolistas, entre ellos los cachorros Ibon Ispizua y Malcom Adu Ares, de la que se tendrá que caer un jugador.
Octavo y noveno en liga, respectivamente, Osasuna aventaja en un punto y un puesto a los leones en la clasificación, lo que refleja a la perfección la igualdad existente entre dos equipos que están inmersos de lleno en la pelea por las posiciones europeas. Una circunstancia que, sobre el papel, invita a imaginar una eliminatoria larga, que se decida en Bilbao dentro de un mes. Las declaraciones de los entrenadores de ambos conjuntos han ido en esta línea, que parece la más lógica. Eso sí, no puede pasarse por alto que el valor doble de los goles marcados fuera de casa ha desaparecido. Sea como fuere, aún quedará el partido de vuelta, a disputarse el 4 de abril en San Mamés.
El Athletic cuenta a su favor con la experiencia de haber disputado varios encuentros de este calibre en los últimos años, aunque Valverde quiso restar importancia a esta circunstancia en su comparecencia de ayer, asegurando que se trata de una cuestión pasada. Eso sí, no puede pasarse por alto que la de esta temporada es su cuarta semifinal de Copa consecutiva, tras las disputadas frente a Granada, Levante y Valencia. Solo el equipo che, el curso pasado, le apeó en su camino hacia la final. En lo que respecta a Osasuna, la que le medirá a partir de esta noche con el conjunto rojiblanco será la primera que juegue desde que en la campaña 2004-05 alcanzó la finalísima, donde el Betis le dejó con la miel en los labios.
Claro que las vivencias son solo eso, recuerdos que perduran en mayor o menor medida en la memoria colectiva, pero que no tienen por qué tener incidencia directa en el desarrollo de una eliminatoria. Llegados a este punto, adquieren mayor relevancia las sensaciones de las últimas semanas y, si bien Osasuna afronta el choque tras ganar al Sevilla en un partido vibrante y el Athletic después de cuajar un pésimo encuentro, con derrota incluida ante el Girona, los bilbainos han ganado dos de los cinco partidos disputados en el último mes, mientras que los navarros únicamente uno, el del pasado domingo en el Ramón Sánchez Pizjuán.
De este modo, asegurar que uno de los dos contendientes llega al encuentro en mejor condición que su rival sería todo un atrevimiento. Quizá el hecho de jugar en casa esta noche pudiera otorgarle a Osasuna un plus en el partido de ida, pero si algo ha demostrado el Athletic, especialmente en Copa, es que sabe competir incluso cuando tiene todo en contra.
Y las numerosas bajas y futbolistas tocados con los que el conjunto rojiblanco se plantará esta noche en El Sadar invita a pensar en que el Athletic deberá apelar a esa épica copera que tan buenos resultados le ha dado en las últimas temporadas, obviando, claro está las finales.
Con Unai Simón en casa, lesionado, si bien la titularidad en la portería iba a ser en cualquier caso para Julen Agirrezabala, así como con la baja de Ander Herrera, que necesita más tiempo para recibir el alta médica, Valverde podría alinear el siguiente once: Agirrezabala; De Marcos, Vivian, Yeray, Berchiche; Dani García, Vesga, Iñaki Williams, Sancet, Berenguer; y Raúl García.