LaLiga ha dado a conocer el límite salarial con el que cuentan los equipos de Primera División para la temporada 2021-22. Esto es, el dinero máximo que los clubes pueden destinar a cubrir los sueldos de sus jugadores, cuerpo técnico, además de los gastos de la cantera. El Athletic, con 111,81 millones, figura en el sexto puesto de este particular ránking. El equipo rojiblanco, que sube un puesto en la clasificación respecto al curso pasado, tiene un tope ocho millones inferior al de la temporada anterior (119,81).
El club más 'rico' de la competición es el Real Madrid, que tiene un tope de 739,16 millones, un aumento considerable respecto a las cifras que Florentino Pérez manejó el año pasado (468,52). Aquí cobra gran importancia la vuelta del público a los estadios, que va a aumentar de forma considerable los ingresos de los clubes. Por detrás de los blancos figuran Sevilla (200,39), Atlético (171,60), Villarreal (159,29) y Real Sociedad (127).
En contraste con el millonario presupuesto con el que cuenta el Madrid para pagar a sus estrellas está el Barcelona. La entidad presidida por Joan Laporta, tras ahorrarse las fichas de Leo Messi y Antoine Griezmann, entre otros, sigue en números rojos. Los culés bajan del segundo puesto al séptimo, ya que únicamente pueden gastar 97,94 millones (284 menos que la temporada 2020-21). Economía de guerra en el Camp Nou.
¿CÓMO SE CALCULA?
El límite de coste de plantilla es el importe máximo que cada club puede gastar en jugadores, cuerpo técnico (primer y segundo entrenador y preparador físico del primer equipo como plantilla inscribible), además de filiales, cantera y otras secciones (como plantilla no inscribible), según la normativa del control económico. Cada club propone a LaLiga su límite de coste de la plantilla y luego el órgano de validación de ésta tiene que aprobar el límite propuesto o rectificarlo hasta el importe que garantice la estabilidad financiera del club.
LaLiga hace un cálculo de lo que pueden gastar los clubes, según sus ingresos para la temporada tanto de televisión como comerciales, que éstos le deben certificar, y sus gastos de estructura que conoce por los datos de las auditorías.