Un jarro de agua fría en toda regla. El Athletic sufre su segunda derrota del curso, y de nuevo en San Mamés, en el momento en que menos lo esperaba su gente, por lo que el bajonazo es aún más deprimente. Y lo es cuando la vuelve a pifiar ante un Cádiz que le ha cogido gusto a jugar en La Catedral. Hace un año se llevó los tres puntos con solo nueve hombres en el campo durante un buen puñado de minutos y anoche lo hizo de nuevo gracias al tanto de Salvi Sánchez cuando solo habían transcurrido seis minutos de juego. El partido se le hizo demasiado largo al Athletic desde que recibiera tal sopapo del que no supo recuperarse y, al mismo tiempo, proyectó carencias en juego y en remate que merecen una reflexión del vestuario y de un Marcelino que fracasó a la hora de tomar decisiones que evitaran un fiasco que genera mucho daño a las puertas del tercer parón de la campaña y cuando los últimos resultados invitaban a pensar en cotas más altas, por lo que el Athletic, que por primera vez este curso no marca en Bilbao, recibe un baño de humildad para centrarse en no volver a reincidir.
Marcelino destacó en la víspera que el Athletic se había subido a la buena ola y que la debía aprovechar para dar otro salto cualitativo y asaltar la zona europea. Claro está que el objetivo de la entidad bilbaina reside en regresar a una competición continental tras una larga sequía de cuatro temporadas fuera de ella. Lo es por prestigio de la marca, por reivindicación deportiva y por, quizá lo más valorado en Ibaigane, la cuestión de la pasta, ya que, como se sabe, poderoso caballero es don dinero. Ensoñaciones al margen, el Athletic solo fue fiel a sí mismo en escasos instantes del segundo acto, cuando el asunto tenía una pinta horrible. Se trata de una mala noticia cuando se corre un riesgo excesivo que acabó por quemar al cuadro rojiblanco como ocurriera frente al Rayo un mes atrás y ante el mismo Cádiz la liga anterior, entonces con Gaizka Garitano en el banquillo. Porque la noche ya empezó torcida para Marcelino, que perdió una hora y pico antes del inicio del choque a Unai Vencedor, víctima de esa especie de virus que causa molestias estomacales a los leones los días de partido, como ya le sucediera dos jornadas precedentes a Iñigo Martínez y posteriormente en el derbi de Anoeta a Balenziaga. Una sucesión endémica que merece una explicación. La vacuna, con todo, debía aplicarse en el verde ante un Cádiz que sumaba siete jornadas sin conocer la victoria. Pero dicen que los males nunca vienen solos. Al Athletic le traicionó su genética. Cuando presume de una solvencia defensiva al alcance de muy pocos, se le ocurre cometer un error en cadena que propició el tanto de Salvi Sánchez a los seis minutos y que retrató a Yeray y Unai Nuñez, que volvían a hacer pareja en la zaga debido a las bajas de Iñigo Martínez y Vivian.
El Athletic acusó el golpe. La vieja fórmula en el eje de la zaga se desajustó y también lo hizo la sociedad en la medular formada por Dani García y Vesga, una apuesta que ofreció en el pasado más sombras que luces. Tocó lo primero en los 45 minutos iniciales. Mal asunto. Marcelino pidió también en la víspera a sus hombres paciencia y ritmo, esto último una de su mejores virtudes. No hubo rastro de ninguna de ellas, por lo que asomó un Athletic menos poderoso como temía el entrenador. Porque así es cuando los centrales asumen el rol de dar salida al juego. No es su función y tal intrusismo tiene su coste. Yeray y Unai Nuñez coleccionaron errores cuando el marrón le correspondía a otros compañeros y ante tal despropósito el Cádiz asustó en otras dos llegadas que corrigió Unai Simón, menos afortunado en el tanto de Salvi pero que atajó los golpeos de Sobrino y Perea. El Athletic no se reconocía y ni siquiera le valieron los detalles de Sancet, por el que se inclinó de inclinó de salida Marcelino en detrimento de Raúl García, y las intenciones de Muniain. Sancet y Muniain son los dos futbolistas de la plantilla que más calidad técnica poseen y en cualquier momento podrían aflorar esas dosis diferentes para arreglar un desaguisado como el de anoche, deseo que no se produjo.
El Athletic estaba obligado a proyectar algo potable a vuelta de vestuarios si quería cambiar el rumbo del partido. Marcelino, entonces, movió piezas. La paciencia que reclamaba de partida se tornó en impaciencia. Los minutos corrían más deprisa de lo anhelado para los intereses de los leones y el Cádiz decidió refugiarse sin rubor alguno. Nico Williams, recambio de un Berenguer desaparecido, aportó frescura, Sancet retrasó su posición unos metros con la entrada de Raúl García y Muniain acaparó más posesión. La inercia sacó a un Athletic mucho más intenso y con un número mayor de argumentos ofensivos, aunque las sensaciones se quedaron en balas de fogueo. Ya se sabe, las prisas no son buenas consejeras. Hace falta más que buenos deseos. Hace falta pegada. Y este Athletic no la tiene. Promedia menos de gol por partido y el dato es revelador. El menor de los Williams puso llegada y su hermano mayor no le entendió. Raúl García sumó músculo y Nico Serrano, proyecto de futuro cercano, protagonizó el golpeo más llamativo. La suerte, pese a ello, estaba echada. La chirigota, cosa muy gaditana, penalizó a un mal Athletic.
ATHLETIC: Unai Simón; Lekue, Unai Nuñez, Yeray, Balenziaga; Berenguer (Min. 46, Nico Williams), Dani García, Vesga (Min. 57, Raúl García), Muniain (Min. 33, Nico Serrano); Sancet (Min. 89, Morcillo) e Iñaki Williams.
CÁDIZ: Ledesma; Iza (Min. 70, Akapo), Haroyan, Cala, Espino; Salvi Sánchez (Min. 46, Chapela), Jonsson (Min. 84, Negredo), Álex Fernández, Perea (Min. 63, Arzamendia); Lozano (Min. 90, Fali) y Sobrino.
Gol: 0-1: Min. 6; Salvi Sánchez.
Árbitro: Jaime Latre (Comite Aragonés). Amonestó a Yeray (Min.27), Morcillo (MIn. 69) y Nico Williams (Min. 92), por el Athletic; y a Haroyan (Min. 85), por el Cádiz.
Incidencias: 37.581 espectadores, según datos oficiales, se dieron cita anoche en San Mamés en encuentro correspondiente a la décima tercera jornada de LaLiga Santander.
estadísticas
AthleticCádiz
4Tiros a puerta4
6Tiros fuera1
0Tiros al poste0
4Paradas del portero3
14Faltas cometidas19
74Balones recuperados81
192Balones perdidos161
1Fueras de juego0
70%Posesión 30%