El 17 de enero de 2021 se ha ganado un sitio en la historia del Athletic. Esa noche el conjunto rojiblanco conquistó la tercera Supercopa de su historia después de derrotar, primero, al Real Madrid en Málaga y ya en el final de La Cartuja al Barcelona. Un título que la entidad bilbaina no lo pudo celebrar con su gente por culpa de la pandemia del covid-19 que ha vaciado los estadios, pero le tocará defender la corona un año después, en esta ocasión en Arabia Saudí, tal como reza el acuerdo firmado por la Federación Española de Fútbol (RFEF) y aquel país árabe, que es, al fin y al cabo, el que pone la pasta. No en vano, el nuevo formato, una especie de Final Four, y el escenario responden a un afán recaudatorio por parte del organismo presidido por Luis Rubiales, que ingresa 40 millones de euros por cada edición del torneo que se dispute en tierras saudíes. El Athletic se aseguraría, a tenor del reparto que se decidió en 2019, un mínimo de 2,5 millones de euros, aunque el montante subiría sensiblemente si accede de nuevo a la finalísima.
Así celebró el Athletic la Supercopa
el 12 de enero de 2022 en la primera semifinal al Atlético de Madridel 13 de enero, sería el turno de la segunda semifinal, que enfrentará al Barcelona, campeón de Copa, y al Real MadridEl Athletic, por tanto, confía en repetir la hazaña de Sevilla edición de 2019Aquella Supercopa levantó cierta polémica en cuanto al reparto del pastel, que criticó el Valencia. Entonces, cada uno de los cuatro equipos se aseguraban, en el concepto de resultados deportivos, 800.000 euros por participar, mientras que el campeón se embolsó dos millones más y el subcampeón, 1,4 millones. La discordia se detectó en la distribución de los más de 17,5 millones de euros procedente de los derechos de televisión y marketing, y que Rubiales justificó en una decisión de la organización saudí. Real Madrid y Barcelona, pese a que el cuadro azulgrana no llegó a la final, recaudaron por este capítulo seis millones de euros cada uno, en tanto que el Atlético de Madrid recibió cuatro millones, una cantidad que se redujo a los 1,7 millones de euros para el Valencia, que fue el que puso el grito en el cielo por lo que consideraba un reparto desproporcionado e injusto. Queda por conocer si se insistirán en los mismo criterios en la próxima edición.