El Athletic murió en la orilla tras merecer sumar en casa del Real Madrid, pero finalmente encajó su tercera derrota consecutiva y no se puede descuidar, ya que vuelve a acercarse a la zona peligrosa de la tabla. Así que el partido del próximo sábado en Lezama ante el Tenerife se considera crucial, ya que es un rival directo en la clasificación.
A Iraia Iturregi le volvió a salir la mejor versión de su equipo, la que ofrece a domicilio. Aunque en Madrid, uno de los cocos de la liga que busca la Champions, se necesita algo más para puntuar. El Athletic estuvo muy cerca, pero no fue suficiente. Un par de llegadas por bandas sin apenas peligro avisaban de un inicio prometedor para las blancas.
Oihane partía como extremo en banda derecha, con Landaluze, que estrenaba titularidad, por detrás, escoltando su espalda y Yulema en la punta de ataque con Jone en banda izquierda. El Athletic se defendía bien. Y, además, un centro chut de Oihane tropezó en Svava y el balón se envenenó para que Misa lo sacara con muchos apuros y con ayuda de su defensa. Esther remató fuera en un saque de esquina. El partido se animaba. Quiñones evitó el gol en un disparo raso de Toletti, pero en el rechace volvió a interponerse al remate de Esther, aunque el balón acabó entrando en la puerta bilbaina. Era el 1-0.
Desde lejos, la escocesa Caroline Weir intentó sorprender a Quiñones. El Madrid llevaba el peso del partido y Esther se metió en el área con poco ángulo para encontrarse otra vez con Quiñones en el palo corto. Antes del descanso, la mejor de las de casa, Weir, intentó con su zurda superar a la portera guipuzcoana desde el pico del área. Pero el balón lamió el poste. El Athletic iba viajando de más a menos.
En la segunda parte, Toletti buscó superar por bajo a Quiñones, que despejó el balón a córner. En un saque de esquina Landaluze cabeceó forzada y el balón se marchó bombeado. En un nuevo córner Landaluze remató, Misa erró en su salida y Yulema, con todo a su favor, perdonó desde el punto de penalti. Una gran ocasión para empatar.
El Athletic metía el miedo en el cuerpo a las blancas, sobre todo a balón parado. Landaluze dentro del área pequeña evitó el segundo gol de las de casa en una doble acción. Weir filtró un pase mágico para la francesa Feller, que superó a Quiñones cuando más sufrían las locales. Y así fue. Porque en la siguiente acción, Jone Amezaga, en jugada personal, disparó y el balón, tras tropezar en Kathellen, acabó en la red para meter al Athletic de nuevo en el encuentro. Poco después, Valdezate estuvo a punto de encontrar la escuadra local.
El Athletic rondaba la igualada. Oihane también lo intentó y Clara Pinedo remató con intención para que Rocío evitara de nuevo el empate. El Athletic dio un paso al frente y mostró ser capaz de poder sacar algo positivo de su visita Madrid. Aunque no lo consiguió. Weir con todo a su favor no encontró dueña en su asistencia y Maite Oroz tampoco pudo rematar.