Gatibu calentó el ambiente en los aledaños de San Mamés el pasado 30 de octubre, en la previa del Athletic-Villarreal, con miles de personas en la explanada, dentro de los actos de Athletic Plaza. En el descanso, la banda de rock vizcaina continuó con una breve actuación que se prolongó más de la cuenta.
Alex Sardui, acompañado por el batería Gaizka Salazar y el guitarrista Haimar Arejita, terminó su canción de despedida con los jugadores ya sobre el terreno de juego y con el árbitro esperando para reanudar el encuentro. Un retraso que Miguel Ángel Ortiz Arias reflejó en el acta.
“El inicio de la segunda parte empezó con dos minutos de demora debido a que un acto autorizado por LaLiga ha finalizado más tarde de lo inicialmente programado”, señaló el colegiado madrileño. El aviso de que habría una sanción para el conjunto rojiblanco. Así ha sido, pero realmente los integrantes de la banda vizcaina no son los culpables, porque el árbitro ya había señalado que la primera parte ante el submarino amarillo había arrancado tres minutos tarde. Y como el Athletic estaba advertido de sanción porque frente al Atlético, por un agujero en la red, el segundo acto arrancó más tarde de lo previsto, cualquier retraso que llegara iba a suponer una multa de 6.000 euros.