El Athletic de Marcelino cierra el año fiel a sí mismo. Quiso y no pudo. Lo que ha sucedido en un buen número de partidos este curso. El clásico ante el Madrid se le vuelve a indigestar. Al líder le bastaron siete minutos, los primeros, para llevar el encuentro a su terreno. Le valió Benzema, indemne al covid-19 que ha infectado a varios de sus compañeros, para ganar con el doblete del francés, un futbolista que parece no tener techo. Porque permitir que el Madrid se ponga con un 0-2 a su favor tan pronto es cavarse su propia tumba. Y eso que el Athletic salió del apuro con la temprana reacción gracias al tanto de Sancet, pero se quedó en una mera ilusión. El Athletic no ha lucido pegada en lo que va de liga y es pedir un milagro que de repente la tenga a raudales. No hay dos partidos iguales. El domingo fue capaz de remontar al Betis un 1-2 y anoche, 72 horas después, no. Quizá la diferencia estaba en que enfrente asomaba un equipo que tiene toda la pinta de que va a conquistar el título con una pata. Fue un auto de fe. San Mamés empujó a los suyos, pero el Athletic se frustró en la orilla.
Las mejores imágenes del Athletic - Real Madrid
El covid había impuesto su tiranía al clásico en los días previos, cuando aumentaba la cascada de bajas a causa de la infección, más acentuada en el bando madridista. El escenario, así las cosas, obligaba a los dos técnicos a recomponer sus respectivos onces y alejarse de sus planes habituales. Marcelino, con todo, tocó menos. Solo Berenguer se había sumado a la nómina de ausentes respecto al partido del domingo ante el Betis, por lo que el asturiano tiró de ajustes tácticos, con la presencia de De Marcos en el lateral derecho, con Zarraga unos metros por delante y como refuerzo de Vencedor y de un Dani García que retornó tras su ausencia anterior por sanción. Lekue, venido a menos en los duelos precedentes, volvía al banquillo, que no había rascado desde la jornada inaugural. Arriba prescindió de Raúl García, al que le pone como nadie enfrentarse al Madrid, para apostar por Sancet, de perfil bien diferente al de Zizur Mayor. Se trataba de una fórmula destinada a desactivar los argumentos más poderosos que ofrecía el líder, especialmente en su zona ofensiva con Vinicius y Benzema, al margen del punto motivador que entraña esta cita.
Todo lo que había pintado Marcelino en la pizarra se borró en un abrir y cerrar de ojos. Lo había dicho en la previa. Él hubiera preferido que Benzema no jugase. Él y todo athleticzale. Se sabe que el francés se la tiene tomada al Athletic. Es su rival fetiche. Y si, además, se le da facilidades a él y al resto de sus compañeros, uno se hace el harakiri. El Athletic se lo hizo en un arranque inesperado y fatal para los intereses de los rojiblancos. A los 7 minutos el marcador lucía un 0-2 que dejó a San Mamés perplejo. Bueno lo dejó Benzema, que es capaz tanto de sacarse un derechazo de lujo como de intuir un error defensivo para hacer dos goles sin penas pestañear. 21 días atrás ya decidió el solito el choque en el Bernabéu. Son 17 los tantos que ha ejecutado al Athletic, al equipo que más ha batido en su carrera. El doblete del francés parecía sentenciar al colectivo de Marcelino, pero este cogió color gracias a Sancet, que quizá interiorizó lo que ofreció Benzema en la primera ocasión en la que superó a un Agirrezabala que poco pudo hacer. Como tampoco lo pudo hacer Courtois, que tres semanas antes sacó todo lo que le llegó. Entonces, los leones proyectaron una alarmante falta de pegada que les privó de puntuar. En esta ocasión, Sancet acertó a la primera con otro latigazo que acabó con los 440 minutos consecutivos de imbatibilidad del belga.
La inspiración del de Mendillorri, que firma su primera diana del curso, retrató un inicio de locura, con tres tantos en una decena de minutos. El Athletic, lanzado por ese momento, puso una marcha más. Se sintió en el hábitat que le gusta. Vencedor cogió galones, Muniain quiso sumar y las bandas se activaron, lo que permitió a los rojiblancos acercarse con cierta asiduidad al área blanca, pero lo hizo con protagonistas poco acostumbrados a esas lides. Balenziaga, que falló en la acción que generó el 0-2, Unai Nuñez y Vencedor fueron los que remataron, todos ellos sin precisión. No lo hizo Iñaki Williams, que ante el Betis firmó un decisivo doblete, pero anoche no tuvo en el primer acto metros para hacerse valer y se tuvo que conformar con esperar algún regalito que no llegó. Al Madrid le incomoda los partidos que no gobierna y no tardó en dominar los matices. Puso pausa. A su ritmo, al que marca Kroos, secundado por Camavinga. Y, claro, al Athletic le entraba temblores cuando los de Ancelotti merodeaban a Agirrezabala. Mejor dicho, si lo hacía Benzema, al que De Marcos le arrebató un posible tercer gol.
El Madrid llegó a Bilbao mermado de recursos, por lo que esperaba a vuelta de vestuarios a un Athletic más intenso en busca de desgastar a las referencias blancas. Cuestión de sentido común. Los rojiblancos necesitaban meter más ritmo que el equipo de Ancelotti y Marcelino movió sus piezas con la presencia de Nico Williams, Raúl García y Lekue en banda izquierda. Pero el Madrid también sabe defender y dormir el partido cuando puede. Puro interés, vamos. Al Athletic se le escapaban los minutos y sus llegadas no tenían finalizaciones. Es el peaje de las prisas y las precipitaciones. Y la falta de algo más, también. Se quedó en un querer y no poder. Un acoso a la desesperada en balde. El Madrid no se desgastó lo suficiente e incluso pudo hacer un tercero que lo impidió Agirrezabala. Marcelino tiene deberes en navidades.
ATHLETIC: Agirrezabala; De Marcos, Yeray, Unai Nuñez, Balenziaga (Min. 62, Lekue); Zarraga (Min. 57, Nico Williams), Vencedor, Dani García, Muniain (Min. 83, Serrano); Sancet (Min. 62, Raúl García) e Iñaki Williams.
REAL MADRID: Courtois; Lucas Vázquez, Militao, Nacho, Mendy; Valverde, Camavinga, Kroos; Hazard (Min. 86, Peter), Benzema y Vinicius (Min. 85, Mariano).
Goles: 0-1: Min. 4; Benzema. 0-2: Min. 7; Benzema. 1-2: Min. 10; Sancet.
Árbitro: Soto Grado (Comité Riojano). Amonestó a Vencedor y Balenziaga por el Athletic; y a Vinicius y Camavinga, por el Real Madrid.
Incidencias: 42.722 espectadore se dieron cita en San Mamés en encuentro correspondiente a la vigésimo primera jornada de LaLiga Santander