Se despidió Iñaki Williams en Son Moix de los periodistas que acompañan al Athletic en sus encuentros lejos de Bilbao con una sonrisa de oreja a oreja y un mensaje cargado de optimismo. “¡Vamos, que seguimos en la pelea!”, apuntó el goleador rojiblanco en la noche mallorquina, donde los leones rescataron in extremis y casi de milagro un punto que se valorará en su justa medida cuando acabe la liga y toque hacer balance de lo sucedido a lo largo de las 38 jornadas que componen el campeonato.
El Athletic que jugó en Mallorca recordó al de muchas de sus visitas a la isla, que parece maldita para los leones, pues allí han sufrido derrotas de diversa consideración y a nadie se le olvida la cosechada en abril de 1999, cuando los pupilos de Luis Fernández, que lucían pantalón verde prestado por el equipo local, cayeron por 6-1. El del lunes, que no fue ni de lejos un partido de esos que perdurarán en la memoria colectiva, bien por un resultado positivo o negativo, será recordado por ese nuevo ejercicio de impotencia rojiblanco ante un bloque que le cedió la pelota, le tapó los espacios y se juntó cerca de su área. El clásico partido cerrado que le cuesta un mundo abrir al Athletic, que volvió a fallar en el intento.
Por lo pronto, el empate cosechado en el feudo del Mallorca deja un sabor dulce por cómo se desarrolló el partido. El equipo ofreció una gris imagen, sin la solidez ni la contundencia exhibida en sus tres últimas salidas: Valladolid, Espanyol y Almería, saldadas todas ellas con triunfos merecidos. A pesar de sumar un punto, se quedó muy lejos de igualar la marca de cuatro victorias consecutivas lejos de Bilbao lograda en la temporada 1953-54, cuando entre diciembre del 53 y enero del 54 se impuso a domicilio a Atlético de Madrid, Jaén, Sporting y Real Madrid. A los pupilos de Ernesto Valverde les faltaron muchísimos argumentos para hacer daño a un bloque que se encerró en su campo, pobló de jugadores la frontal de su área y fue lanzando pequeños avisos a su rival. En uno de ellos, ya en la segunda mitad, tras una rápida transición, no perdonó Kang-in Lee y el encuentro pareció quedar visto para sentencia. Entonces, tras un ejercicio de amor propio llegó la reacción del Athletic, a la que acompañó una gran dosis de fortuna para lograr un punto que, no obstante, resultó insuficiente para superar al Betis en la clasificación.
“ Si Osasuna se impone al Real Madrid en la final de Copa, el séptimo clasificado no tendría derecho a disputar competición europea la próxima temporada ”
Esa es precisamente la parte amarga del empate, pues el Athletic ha gastado en solo cinco días todas sus balas, las dos que tenía en la recámara. Se ha quedado sin más colchón en su carrera hacia Europa. Ya no se puede permitir más lujos en forma de fallo y ganar al Betis este jueves se antoja vital para seguir dependiendo de sí mismo en la búsqueda del objetivo continental. En este análisis, además, no puede pasarse por alto que si Osasuna da la campanada el sábado y se impone al Real Madrid en la final de Copa, el séptimo clasificado no tendría derecho a disputar competición europea la próxima temporada, reduciendo así a seis las plazas ligueras que permitirían jugar en el Viejo Continente.
Los números recientes
Si el conjunto bilbaino sigue teniendo en su mano pasear su nombre por Europa la próxima campaña es gracias a su buen hacer a lo largo del mes de abril, en el que sumó diez puntos sobre quince posibles, a los que habría que sumar tres más, los conseguidos ante el Valladolid a mediados de marzo, justo antes del parón por las fechas FIFA, así como el conseguido el lunes en Mallorca. En definitiva, un balance más que positivo de cuatro victorias -tres de ellas además a domicilio-, dos empates y una única derrota, han permitido al Athletic ganarse el derecho a soñar con Europa.
Eso sí, no puede pasarse por alto la errática dinámica del Betis, su rival de este jueves. En el mismo periodo analizado, es decir, en los siete últimos partidos de liga, los pupilos de Manuel Pellegrini únicamente han sumado siete puntos, la mitad de los conseguidos por los bilbainos, que les acechan a solo dos de distancia después de haber tenido una renta de nueve y soñar incluso con la cuarta posición, de donde no se descabalga la Real, que se mantiene firme en puestos de Champions.