Evaporada la ilusión de la Copa, al Athletic le queda el desafío de LaLiga. La tropa de Ernesto Valverde está obligada a levantarse y reponerse de inmediato del varapalo sufrido el martes en la vuelta de la semifinal del torneo del K.O. contra Osasuna, que se adjudicó el billete para la final gracias a un gol del canterano Pablo Ibáñez en el minuto 116. A las puertas de una tanda de penaltis que hubiera firmado con sangre el conjunto rojillo llegó el mazazo que silenció San Mamés, que pasó del fuego al hielo en una noche que acabó en pesadilla. Al día siguiente, sin embargo, acostumbra a volver a salir el sol y el fútbol, si algo tiene, es que ofrece la posibilidad de reivindicarse en el corto plazo.
Este mismo sábado, sin ir más lejos, el Athletic tiene un compromiso de máxima trascendencia en el RCDE Stadium, donde aguarda un Espanyol en puestos de descenso y con nuevo entrenador que exigirá una solvente actuación colectiva a los rojiblancos. Los lamentos, así las cosas, deben dar paso a una sólida puesta en escena en tierras catalanas para no ahondar en una negativa racha de resultados que, amén de la eliminación copera, ha complicado el objetivo marcado en público al inicio del curso de alcanzar competición europea a través de LaLiga. A siete puntos de la sexta plaza que defiende el Villarreal asoma el Athletic, séptimo en la tabla igualado a puntos con el Rayo Vallecano, dos puntos por encima de Osasuna y Celta y con tres unidades más que el Girona, undécimo, después de sumar una sola victoria en las seis últimas jornadas del campeonato.
Caras largas en la afición del Athletic tras la eliminación
Los cinco puntos de dieciocho posibles recolectados en esa media docena de encuentros han complicado considerablemente el reto de aspirar a la Europa League, al mismo tiempo que la Conference League solo será posible si los de Valverde finalizan LaLiga en séptima posición y Osasuna no gana la Copa. Todavía, no obstante, quedan once jornadas por delante en las que puede pasar de todo y en las cuales la necesidad de puntuar regularmente será primordial dado el atasco que existe en la clasificación. Atendiendo al calendario, al Athletic le queda de todo: rivales de la parte alta, media y baja de la tabla.
“ El Athletic, séptimo en la clasificación, iría a la Conference League si conserva su posición y Osasuna no gana la Copa ”
No puede decirse, por tanto, que el camino a recorrer sea excesivamente complejo, si bien tampoco resultará sencillo al tener que afrontar seis de los once compromisos lejos de San Mamés. A la visita del sábado al Espanyol en el marco de la jornada 28 se sumarán las apariciones a domicilio contra Almería (J30), Mallorca (J32), Villarreal (J34), Osasuna (J36) y Real Madrid (J38), equipo contra el que los bilbainos cerrarán el campeonato en un choque en el que los blancos apuntan a no jugarse nada al asomar a día de hoy a doce puntos de distancia del Barcelona, líder destacado. Por La Catedral, mientras tanto, desfilarán Real Sociedad (J29), Sevilla (J31), Betis (J33), Celta (J35) y Elche (J37), con los dos pies prácticamente en LaLiga SmartBank al estar a catorce puntos de los puestos de salvación.
Lo que le queda al Athletic en LaLiga.
Mejorar en San Mamés
Frente a dos rivales sin nada en juego, salvo extrema sorpresa, se medirán los de Valverde en las dos últimas jornadas de una liga en la que los rojiblancos, de más a menos en el transcurso del campeonato, suman hasta la fecha 21 puntos de 42 posibles en San Mamés y 16 de 39 en calidad de visitantes. Vencedores en la última salida al superar por 1-3 a un Valladolid en crisis que decidió el lunes destituir a Pacheta para dar las llaves del banquillo al uruguayo Paulo Pezzolano, es en La Catedral donde urge una mejoría para no perder la séptima plaza y tratar de dar caza a Villarreal o Betis, equipo que figura en quinta posición con ocho puntos más que el Athletic.
“ El Villarreal, sexto, asoma a siete puntos de los rojiblancos, sin margen de error en la búsqueda de la Europa League ”
Con solo el 50% de los puntos en juego obtenidos hasta la fecha en casa al proyectar 6 victorias, 3 empates y 5 derrotas, se antoja indispensable tapar dicha grieta, pues tal porcentaje es el más bajo del Athletic en San Mamés desde la temporada 2018-19, cuando al término del ejercicio solo fue capaz de coleccionar el 45,6% de los puntos a los que aspiró como local en LaLiga. Los números, por otra parte, invitan al optimismo a domicilio, pues con un 41% de éxito en la búsqueda de los puntos se mejoran los registros de las seis últimas ediciones ligueras.
Hay que retroceder hasta la campaña 2015-16, con Valverde también en el banquillo y premio europeo al término del curso al acabar el campeonato en quinta posición, para recordar un Athletic más productivo como visitante, dado que entonces el equipo se hizo con el 43,9% de los puntos a los que opositó en la búsqueda de un objetivo continental que vuelve a perseguir esta temporada con la obligación de reaccionar al mazazo copero para no volver a sucumbir.