Se trataba de ganar, de sumar tres puntos muy valiosos para mantener el músculo en liga, o sea para no perder el tren de Europa, porque la Copa, con la final a solo dos partidos vista, se guardaba en la vitrina por unas horas. Este mismo martes se vuelve a sacar. La espera el jueves. Seduce y mucho. También la liga, porque el Athletic se pone a un solo punto de la Real Sociedad, eliminada de la Copa, y a dos del Atlético de Madrid, que está en caída libre. El Athletic, en cambio, presume de inercia ganadora, la que le ha dado un nuevo triunfo en una noche que le ha tocado cenar puchero. El menú degustación lo dejará para el jueves.
El conjunto rojiblanco ha cumplido con la misión. Ha sumado diez de los doce puntos posibles en este 2022. Una cosecha fructífera. Ante el Espanyol le ha correspondido sacar una versión gris pero eficaz en un partido que ha tenido mucha vida en el cuarto de hora inicial, en el que se han gestado los tres goles, y en los minutos finales, cuando Unai Simón ha sacado una mano que podría haber evitado el posible 2-2 a tiro envenenado de Darder. El estrés ha merecido la pena.
Estaba cantado que Marcelino rotaría. Se quiera o no, es difícil desengancharse de la noche copera que espera el jueves ante el Valencia, por mucho que el técnico priorice marcar distancias. Una cosa son las palabras y otra, los hechos. Y han sido estos últimos los que han retratado la idea del asturiano, que ha tirado de toda una revolución en el once respecto al que compareció cuatro días antes frente al Real Madrid y que certificó el billete a las semifinales de Copa. "Van a ver cambios, no sé cuántos", dijo Marcelino en la víspera.
Han sido ocho. Solo han repetido Iñigo Martinez, Dani García y Raúl García, uno por línea, una vez que se sabe que Unai Simón es el portero de la liga y Julen Agirrezabala, el de la Copa. Si sale bien, se alaba el fondo de armario del que dispone el entrenador; si sale mal, pues le cae de todo. Va en su sueldo. Como también en el del futbolista, que en el caso del meritorio debe reivindicarse a los ojos del jefe, por lo que la política de rotaciones puede justificarse de antemano, porque ya funcionó con siete cambios en el once en la visita al Rayo, último referente liguero, 72 horas después de que el Athletic apeara al Barça del torneo del K.O.. Esta noche ha vuelto a salir bien.
Si alguien pensaba presenciar un partido similar al del jueves pasado, no hacía más que pecar de ingenuo. Ni la puesta en escena era la misma, ni el rival invitaba al mismo empuje, ni la propuesta de Marcelino se asemejaba... Los matices tácticos y técnicos hablan mucho. Jugar en las bandas con futbolistas del perfil de De Marcos, NIco Williams, Berchiche o Muniain proyecta un fútbol vertical, ofensivo y descarado. Hacerlo con compeñeros de rasgos distantes obliga a otro fútbol.
Las dos formas se entienden que son válidas, pero diferentes, para lo bueno y para lo no tan bueno. Marcelino lo tenía interiorizado, pero no intuía un arranque tan desgobernado y que no es del gusto del de Villaviciosa, amante del orden en su máxima expresión. Que el Espanyol marcara a los tres minutos ha sido sintomático. El holandés Vilhena, fichaje de invierno, ha superado a Unai Simón en una acción fatal defendida por los leones, primero por Dani García, muy lejs del nivel supremo que ofreció ante el Madrid, y de seguido por el recién renovado Vivian, titubeante a la hora de intentar frenar el servicio de Melendo a su compañero.
Como un jarro de agua fría
Recibir un gol en semejante premura se recibe como un jarro de agua fría, pero este Athletic está bendecido en las últimas semanas. Quizá sea fruto de la inercia. También de la calidad de ciertos futbolistas, como Raúl García, un viejo rockero, que sirvió un balón de oro para que Oihan Sancet batiera a Diego López, que lo sacó todo en el duelo de la primera vuelta. El de Mendillorri se rehabilita. Protagonista de un incidente nocturno en Iruñea nueve días atrás, tiene que ser protagonista en el verde y no fuera de él.
Lo sabe y asume su error, ya solucionado en clave interna. Sancet ha aprovechado el regalo de Raúl para marcar solo tres minutos después de hacerlo Vilhena. Una reacción meteórica, acentuada pasados otros diez minutos cuando Iñigo Martínez cabeceó al fondo de las redes visitantes una dejada de Vivian. La remontada era un hecho, ver para creer. Un cuarto de hora frenético, agradable para el pùblico, menos para los entrenadores, aunque en esta ocasión sonriera a Marcelino. Tras la tempestad tocaba calma, solo interrumpida por dos zarpazos rojiblancos en las personas de Sancet y Berenguer, que han desperdiciado sendas ocasiones clarísimas para haber aumentado la ventaja.
No ha sido así y el segundo acto ha mostrado un duelo más espeso y resultadista, por lo menos en clave Athletic, que debía defender su ventaja. Lo ha hecho con sus pertinentes dosis de sufrimiento, pese a que Marcelino ha movido piezas de refresco en busca de esa sentencia que no ha llegado. Las comparecencias de Iñaki Williams, Muniain y Villalibre, al margen de la probatura de Petxarroman en la medular junto a Vesga, prometían aportar más recursos ofensivos y, por tanto, una llegada creíble en el deso de ejecutar un tercer tanto frente a un Espanyol con más dominio, pero que apenas ha creado peligro, salvo en el mencionado golpeo de Darder. El Athletic se ha aferrado a los tres puntos, porque se ha acostumbrado a lo bueno, a ganar, ya sea a lo grande o a lo menos grande.
Ficha técnica:
ATHLETIC: Unai Simón; Lekue, Vivian, Iñigo Martínez, Balenziaga; Berenguer (MIn. 64, Petxarroman), Zarraga, Dani García (Min. 58, Vesga), Nico Serrano (Min. 72, Muniain); Sancet (Min. 72, Villalibre) y Raúl García (Min. 64, Iñaki Williams).
ESPANYOL: Diego López; Óscar Gil, Sergi Gómez (Min. 63, David López), Cabrera, Pedrosa; Morlanes (MIn. 75, Herrera), Darder, Melendo (Min. 63, Embarba), Vilhena (Min. 75, Wu Lei); Puado y Dimata (Min. 63, Loren).
Goles: 0-1: Min. 3; Vilhena. 1-1: Min. 6; Sancet. 2-1: Min. 16; Iñigo Martínez.
Árbitro: Soto Grado (Comité Riojano). Amonestó a Vesga (Min. 62), Petxarroman (Min. 85) e iñigo Martinez (Min. 93), por el Athletic; y a Morlanes (Min. 15), David López (Min. 70) y Óscar Gil (Min. 75), por el Espanyol.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo tercera jorrnada de LaLiga Santander disputado en San Mamés ante 30.753 espectadores.