LaLiga entra en un nuevo escenario tras la aprobación casi unánime este jueves en la Asamblea General Extraordinaria del acuerdo de Javier Tebas con CVC Capital Partners, una operación que inyectará 2.700 millones de euros a los equipos de Primera y Segunda División. En la votación secreta, un total de 38 clubes de los 42 que forman parte de la patronal del fútbol han apoyado la entrada del fondo de inversión estadounidense. Se han opuesto el Athletic, el Real Madrid, el Barcelona y un club de Segunda, que no se acogerán al plan.
Solo era necesario una mayoría simple, pero el presidente de LaLiga reclamaba un respaldo amplio para legitimar el convenio. Ya lo tiene, aunque han tenido que variar algunas cuestiones tras una reunión que se ha extendido más de lo previsto. CVC no negociará dentro de su 10,95% con los derechos de televisión de aquellos clubes que han votado en contra. Es decir, los que se oponen no cobrarán nada de los 2.700 millones que ofrece el acuerdo, pero tampoco tendrán ninguna influencia en sus derechos ni en sus ingresos, ni presentes ni futuros.
Madrid y Barça, que tras conocerse hace unos días el proyecto de 'LaLiga Impulso' ya anunciaron su voto en contra al considerar que el reparto no era justo y que se hipotecaba la economía de los clubes, han vuelto a mostrar su rechazo en el cónclave celebrado en Madrid. No ha estado Florentino Pérez, que tenía previsto querellarse contra Tebas por su pacto con CVC. Una postura negativa que ha secundado el Athletic, que hasta la fecha no se había pronunciado.
Este fondo de inversión, que fue rechazado por la Serie A y por la Bundesliga, realizará esta importante inversión a cambio del 10,95% de los derechos audiovisuales de los clubes durante los próximos 50 años. Según la entidad blanca, el montante que aporta CVC es mucho menor que el dinero que cada club de Primera y Segunda podría meter en caja sin la entrada del fondo de inversión. Está claro que el acuerdo es visto de forma dispar entre Madrid y Barça, los dos clubes que más perciben por derechos televisivos, y casi la totalidad del resto. Esta operación otorga a la competición de un valor total de 24.250 millones de euros.
Muchos de las entidades que integran el fútbol profesional español han visto la entrada de este fondo como la tabla de salvación tras el impacto de la pandemia, que sigue sin despejar las dudas para cuadrar los presupuestos. Es verdad que el regreso paulatino del público a los estadios es una buena noticia para los clubes de LaLiga Santander y de la Liga SmartBank, pero los ingresos se siguen resintiendo. En el caso del Athletic, por ejemplo, Aitor Elizegi cifró en 50 millones las pérdidas de la entidad rojiblanca por el covid-19.
La letra pequeña
Ahora habrá liquidez, pero con matices. CVC, que ha sido dueño de los derechos de la Fórmula 1 y de MotoGP, articulará prestamos a 40 años al 0% de interés, pero será una comisión la que dé el visto bueno o no a los créditos. El 15% del dinero que corresponde a cada club podrá destinarse a ampliar los limites salariales (algunos clubes afrontan serios problemas para inscribir a jugadores antes de que comience el campeonato), otro 15% a cubrir las deudas derivadas por la pandemia y el 70% restante a mejorar las infraestructuras. Pero los clubes pueden decidir no recibir esta financiación, que en el caso del Athletic podría haber llegado a los 110 millones de euros en los próximos tres años. La parte que corresponde a los clubes que han votado en contra queda reservada para ellos durante tres temporadas, por si cambiaran de opinión.
Parece que la gestión diplomática de una y otra tendencia ejercida en las últimas horas ha surtido efecto. Pero la fractura con los dos buques insignia de la competición parece que va a ir a más y, con toda probabilidad, dará paso a nuevos desencuentros, esta vez en los juzgados. Se avecinan más días de acusaciones entre Tebas y los impulsores de la Superliga. También desde la Federación Española de Fútbol, que considera "ilegal" este flotador financiero.