El Ayuntamiento de Bilbao ha presentado su estrategia para el futuro de La Casilla, que abarca tanto la puesta en marcha de nuevas infraestructuras deportiva y multiusos como el impulso urbano, social y económico del entorno en el que se ubica.
Así lo ha explicado el Alcalde de Bilbao Juan Mari Aburto que ha estado acompañado por Asier Abaunza, concejal de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos e Itxaso Erroteta, concejala de Juventud y Deporte. A la presentación han asistido asimismo Fran Viñez, asesor de Alcaldía para Proyectos Estratégicos y Marcos Muro, director de Bilbao Kirolak.
La estrategia del Ayuntamiento –ha desgranado el Alcalde- "persigue un triple objetivo". Por un lado, "crear un polideportivo compacto moderno en el centro de la ciudad, que sustituya al actual y recoja, mejore y amplíe la oferta deportiva existente". Y por otro, "habilitar un nuevo espacio multiusos cubierto, que pueda albergar eventos de ciudad –deportivos, asociativos o de ocio–".
Por último, el tercer objetivo planteado por el Consistorio tiene una visión más amplia, de ciudad, ya que "nos permitirá trabajar en la cohesión y revitalización el entorno de la nueva infraestructura".
Con todo, "la estrategia municipal para la nueva Casilla pasa por impulsar la vida económica, comercial, social y cultural de estos barrios y, en consecuencia, del conjunto de la ciudad".
Estrategia que, además, incardina a la perfección con los proyectos de renovación urbana diseñados por el Ayuntamiento de Bilbao para las arterias del centro de la ciudad como María Díaz de Haro –ya en ejecución– o Rodríguez Arias –que saldrá a licitación en las próximas semanas–.
Equipamiento deportivo
El actual equipamiento de La Casilla fue inaugurado al final de la década de los 60 y ha ido adaptándose físicamente, dentro de su envolvente, a los diferentes cambios en la red de equipamientos deportivos de Bilbao, intentando dar respuesta a las necesidades principalmente del entorno de Errekalde pero también de otros barrios e incluso del resto de la ciudad.
Así, y durante años, ha sido un equipamiento de referencia, por su centralidad, cercanía al transporte público, y demanda de actividad.
Consciente de ello, el Ayuntamiento de Bilbao asume que las nuevas posibilidades que se exploren en La Casilla y su entorno, tanto constructivas como funcionales, han de ser exigentes y deben contribuir a potenciar una unión efectiva entre los barrios de Errekalde, Ametzola e Indautxu.
- , como sauna, spa, hidroterapia.
En definitiva, se plantea un polideportivo compacto de última generación que se especialice en el ocio familiar saludable y ofrezca una amplia oferta de actividades, monitorizadas o no, para compartir en familia.
Un polideportivo que pasará a integrarse en la red de Bilbao Kirolak y, en consecuencia, tendrá tarifas idénticas y las mismas condiciones de acceso que el resto de equipamientos municipales.
Espacio multiusos
El actual equipamiento de La Casilla está muy demandado para la celebración de eventos lúdicos y deportivos. Usos que ahora se ven limitados por cuestiones, por ejemplo, de seguridad o aforo. Sin embargo, la demanda es real y el nuevo proyecto permitiría avanzar en este sentido, a resultas del Diálogo Competitivo
Así, eventos deportivos, lúdicos –como los tradicionales bailables, por ejemplo– así como otros nuevos de tipo cultural, musical o comercial, o incluso encuentros profesionales, podrían tener cabida en el nuevo espacio proyectado. Y cuyas características quedarán definidas a resultas de las conclusiones que se extraigan tras el proceso de Diálogo Competitivo.
Unión entre barrios
Dotar de mejor y mayor espacio público de uso peatonal tanto en la propia plaza de La Casilla como en sus calles aledañas es otro de los objetivos que persigue la estrategia.
Hay que tener en cuenta que en el triángulo que conforman las calles Autonomía, Avenida del Ferrocarril y Gordóniz viven más de 4.000 personas. Así, una de las grandes oportunidades de este proyecto se basa en lo que puede suponer de mejora tanto de la unión física como de la oferta de actividades para estas vecinas y vecinos. Beneficios que pueden hacerse extensibles a toda la ciudadanía de Indautxu, Ametzola, Errekalde e Irala, que son barrios actualmente segregados por la calle Autonomía.
Esta calle es una de las principales arterias de la ciudad, que experimentará un cambio radical con el cierre del anillo tranviario. Sin embargo, antes de que eso ocurra, en el marco del proyecto de la nueva Casilla va a permitir al Ayuntamiento de Bilbao dar importantes pasos en la reflexión y definición de su futura renovación urbana, impulso y mejora, en concreto, en el tramo entre María Díaz de Haro y Gregorio de la Revilla.
Todo ello redundará en un aumento de la calidad de vida de residentes, alumnado de los colegios del entorno... e incidirá en la recuperación del dinamismo hostelero y comercial de la zona.
A ello contribuirá también la posibilidad de incrementar el número de plazas de aparcamiento, mediante la ampliación del parking rotatorio y de residentes bajo la infraestructura.
Diálogo competitivo
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Bilbao ha dado luz verde esta mañana a la apertura de un procedimiento de Diálogo Competitivo para la definición del proyecto de la nueva Casilla y la concreción de los detalles de su futura explotación que se prevé pase por un modelo de concesión de obra.
Se ha optado por este procedimiento –ya empleado por el Consistorio a la hora de abordar del proyecto de Bilbao Intermodal– porque nos encontramos, de nuevo, ante un reto complejo, por su entidad, posibilidades, su marcado carácter de ciudad y la importancia que tiene para el entorno en el que se ubica. Además, por el esfuerzo inversor necesario que exige explorar las diferentes alternativas de financiación que podrían hacer posible su desarrollo y materialización.
La figura del Diálogo Competitivo es un procedimiento por el cual el órgano de contratación dirige un diálogo con los candidatos seleccionados, previa solicitud de los mismos, a fin de desarrollar una o varias soluciones susceptibles de satisfacer sus necesidades y que servirán de base para que el Ayuntamiento –en este caso– defina el posterior contrato de concesión de obra pública.
Este proceso se suele referir a la ejecución de infraestructuras que requieran un modelo de financiación complejo y adecuadamente estructurado, cuya arquitectura financiera y jurídica no se pueda definir previamente.
Una vez salga a licitación el procedimiento de Diálogo Competitivo, éste se desarrollará durante un plazo inicial de seis meses. Por tanto se espera tener las conclusiones para este año. Con ellas en la mano, se podría plantear la licitación de las obras de la infraestructura para principios del año que viene.
A lo largo del proceso, el Ayuntamiento de Bilbao priorizará la máxima eficiencia y sostenibilidad en su gestión, polivalencia y mantenimiento.