El Ayuntamiento de Pamplona indemnizará con 416 euros a Carlos Izal Morales tras la caída que sufrió en bicicleta por un socavón en la avenida Baja Navarra. El Tribunal Administrativo de Navarra estima en parte el recurso de Izal y considera que existe concurrencia de culpas entre Consistorio y ciclista. Fija las cantidades de 221 euros por perjuicio personal básico y de 611 euros por los daños materiales en bicicleta y culote. El 50% le corresponde al Ayuntamiento “por falta de mantenimiento de esta zona” y el otro 50% es “responsabilidad del interesado por no circular con suficiente atención”, dice el TAN.
La resolución refiere “un socavón importante, de 5 centímetros”, y estima que el Consistorio debe asumir parte de responsabilidad porque “no es de recibo que se permitan estos deterioros en una calzada, que como esta, es principal en la circulación de la ciudad, con una gran dimensión de tráfico, y que, en cualquier momento (...) puede provocar una situación de riesgo”. Más allá del perjuicio personal básico, no estima las reclamaciones de Izal por daños físicos, ya que no acudió a centros asistenciales tras la caída y con la pericial realizada casi tres meses después “no queda acreditado” que las secuelas –molestias cervicales y perjuicio estético por cicatriz en mano y rodilla y por hipercromía en costado y rodilla– se deban a la caída.
Los hechos se produjeron el 5 de mayo de 2021, a las siete de la mañana, cuando Izal se dirigía al trabajo. En Baja Navarra, cruce con Media Luna, su bici dio con el socavón “y me pegué una galleta espectacular. Llamé a Atestados para hacer las cosas bien; tenía heridas en la rodilla, varias en la cadera, en el dedo... la Policía Municipal me hizo fotos”. Izal lamenta que los agentes “marcan el socavón con un spray y a los días ya está arreglado. Pero si no denuncias así se queda hasta que pase algo peor”. Y critica la “mala fe” del Consistorio por rechazar el último día de plazo su reclamación y “agarrarse a que no tengo partes médicos; ni vino la ambulancia ni fui a un centro médico. En las fotos del atestado se veían mis heridas, y no tengo la culpa de que el perito me llame en julio”. Por último, afea que “promuevan la movilidad y luego tengan las carreteras llenas de socavones”.