El Ayuntamiento de Pamplona pide al Gobierno de Navarra que le devuelva el busto de Gayarre

El Ayuntamiento de Pamplona solicitó la semana pasada por registro al Gobierno de Navarra la devolución del busto en bronce de Julián Gayarre, tal y como habían acordado ambas instituciones durante el estudio sobre esta obra de arte para atribuir su propiedad.

En la solicitud, en la que se recalca la "positiva colaboración" entre Gobierno y Ayuntamiento, se documenta que el busto del tenor roncalés es efectivamente obra de Mariano Benlliure y se aporta abundante documentación sobre la cesión de esta concreta pieza al Consistorio por parte de los herederos de Gayarre.

En la instancia se incide en que "está documentalmente constatado por la propia fundación Benlliure que el escultor solamente se realizó una pieza original de este busto, ya que la pieza que está en Almagro, similar a este bronce y de su supuesta autoría, no tiene ni la calidad y ni el detalle que tiene la conservada por el Gobierno, en la que - a diferencia de la de Almagro-, si consta firma, sello de la fundición y lugar de producción 'Roma'", ha explicado el Consistorio pamplonés en una nota.

Esta martes por la mañana la concejala del Area de Cultura e Igualdad, María García-Barberena ha informado a la Comisión de Asuntos Ciudadanos del estado del proceso que se inició hace algunos meses. Una investigación particular conectó la existencia de esa escultura del afamado escultor valenciano (hoy en el Palacio de Navarra), con la descrita en la documentación del Archivo Municipal de Pamplona sobre la donación de la familia de Gayarre.

Según las indagaciones de ambas instituciones, este busto fue fundido en bronce tras el fallecimiento de Gayarre, en 1890. Estuvo expuesto en depósito las primeras décadas del siglo XX en el foyer (hall principal) del Teatro Real de Madrid y, tras el cierre de este, fue regalado a la familia de Gayarre por Benlliure.

Donado por los herederos del tenor al Ayuntamiento de Pamplona en 1944, fue añadido de forma forzada al legado de Pablo Sarasate en 1951, y expuesto junto a este desde 1965 en el conservatorio de la calle Aoiz, fue trasladado en algún momento entre 1965 y 1968 al Palacio de Navarra seguramente debido al singular valor de la pieza.