La cascada de 545 solicitudes de comunidades con caldera comunitaria de gas y consumo superior a los 50.000 kilovatios hora presentadas ante el Ayuntamiento de Gasteiz, para recibir una ayuda de 90 o 120 euros, van a contar con una respuesta favorable y positiva de la institución municipal. Fue el alcalde, Gorka Urtaran, el que en su habitual comparecencia de los viernes confirmó la “ampliación de la partida, todo lo que sea necesario, de una manera importante y significativa para llegar a las 545 comunidades”, concretó en sala de prensa el primer edil.
La partida inicial asignada era de un millón de euros ante los cálculos de abarcar a las 325 comunidades y 7.400 familias, residentes mayoritariamente en los barrios de Salburua y Zabalgana. El éxito y buena acogida de la convocatoria quedó ratificado cuando, el 30 de septiembre, concluyó el plazo de recepción de solicitudes y se rebasó de manera holgada el medio millar de peticiones.
Los técnicos municipales están ahora en la fase de cribado y verificación de esos 545 expedientes para excluir a las que no cumplen con las bases. Se ha detectado que hay solicitudes de comunidades que aún funcionan con calderas de gasóleo y otras que han incluido también los locales anexos o plazas de garaje. Estos motivos las dejan fuera de recibir esos 90 o 120 euros. Será después de ese proceso de selección cuando se pueda verificar la cifra exacta de comunidades y determinar la cantidad en la que hay que se hace necesario ampliar la partida.
La semana pasada el edil de Hacienda, Iñaki Gurtubai, confirmó también la firme decisión del Ayuntamiento de llegar a todas las comunidades y avanzó la fecha del mes de noviembre o diciembre como momento en el que empezar a abonar a las comunidades los 90 euros por vivienda o 120 si se trata de pisos sociales.
Un cambio normativo
El Consistorio gasteiztarra ha optado este año por conceder este tipo de ayudas para hacer frente a los disparatados precios de la energía. Gorka Urtaran dejó la puerta abierta para ejercicios posterior y analizar la posibilidad de “ver si hay que mantener este tipo de convocatorias”, lanzó como reflexión.
Fue tajante al considerar cómo para zanjar este problema que va a amargar el invierno a miles de gasteiztarras la “verdadera solución” consiste en un “cambio normativo” que deje de considerar este tipo de calderas como grandes consumidores y puedan vincularse a cualquier tarifa del mercado libre y no tener que permanecer obligatoriamente dentro del regulado.
El origen de este problema se sitúa en el mes de octubre del año pasado cuando el Gobierno central acometió un cambio legislativo que encuadraba en la categoría de grandes consumidores a esas calderas comunitarias de gas con consumos superiores a los 50.000 kilovatios hora. Ya hubo bastantes problemas en la recta final del pasado invierno, pero ante el encarecimiento de la energía muchas comunidades vivirán unos meses dramáticos.