Las parejas de novios diseñan con mimo y antelación todos los detalles la jornada más señalada como es el instante de unirse en matrimonio y darse el ‘sí quiero’. Las opciones pasan por hacerlo delante del altar en una tradicional ceremonia religiosa o decantarse por un escenario menos solemne como una boda civil en la sala de recepciones del Ayuntamiento de Gasteiz.
A pesar de no haber consumido siquiera la primera semana de este incipiente nuevo año, la lista de reservas para celebrar matrimonios en la sede municipal alcanza ya las 108 peticiones, cubriendo el 41% del total de las 263 que pueden ofrecerse durante todo el ejercicio, según los datos a los que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
Con esta elevada cifra de enlaces por encima de la centena, el dato de 2023 superará con holgura las 128 bodas que se celebraron en la Casa consistorial durante el recién terminado 2022 y se acercará a la de los años previos a la pandemia cuando hubo 148 enlaces en 2019, 140 en el año precedente o los 159 alcanzados en el ejercicio 2016.
Organizar y fijar el día y hora de la celebración en el Consistorio es una tarea que requiere hacer una petición previa y ese periodo se fija en un mínimo de cinco meses de antelación, según establece la propia institución. Todos los enlaces se celebran en jornada de sábado y se ofician siete ceremonias, cuatro matinales y tres vespertinas, durante once de los doce meses del año, exceptuando el vacacional de agosto, así como los sábados con etiqueta de festivos. Hay también un último detalle que no pueden obviar los futuros contrayentes y que son los 161,27 euros que deben abonar por una celebración cuya duración se extiende media hora y tiene un aforo limitado a 70 invitados.
Del total de las 108 bodas con día y hora señaladas para su celebración, los meses de primavera y verano son los escogidos de forma mayoritaria, amparados en una mayor bonanza meteorológica. En los cuatro meses de mayo a septiembre, y exceptuando al inhábil agosto, se concentran casi tres cuartas partes de todas las uniones. 77 de los 108 enlaces ya reservados van a tener lugar en esos primaverales y estivales meses. Este primer mes del ejercicio solo tiene programadas tres bodas, otras dos en febrero y hay un pequeño repunte en marzo con una docena de ceremonias civiles.
Las múltiples festividades que se reparten a lo largo del mes de abril con la Semana Santa, Pascua y San Prudencio, tienen su reflejo en el desplome de reservas. Solo cuatro parejas pasarán por el Ayuntamiento para darse el ‘sí quiero’. Es a partir de mayo (14) cuando llega el gran despegue y julio aparece como el mes que, por ahora, registrará un mayor número de enlaces (25). Esta cifra puede sufrir todavía algún incremento, porque alguna pareja de novios rezagada tiene de tiempo , hasta febrero, para poder reservar su fecha, aunque deberá amoldarse a las que queden libres.
Repunte del 14,8% en 2022
La previsión para este ejercicio es poder volver a los niveles de matrimonios previos a la pandemia. El año 2020 supuso un desplome con solo 59 parejas casadas en el Consistorio vitoriano. La progresiva relajación de las estrictas medidas sanitarias y la inmunización colectiva entre la población ha permitido volver a celebrar las bodas al estilo tradicional. Este tipo de uniones civiles está remontando y de ese suelo estadístico de hace tres ejercicios se pasó a las 109 bodas del año 2021 y se ha terminado el ejercicio pasado con un repunte del 14,8% al llegar a las 128 uniones civiles.
Esta cifra no llegó a cubrir la totalidad de las 235 bodas ofrecidas y supuso celebrar solo el 54,47% del total de ellas. En los datos consultados por DNA se reflejan las 19 ceremonias pospuestas por diferentes motivos, mientras llegaron a cancelarse 15 de las que se habían programado. Las bodas celebras el pasado septiembre fueron mayoría (27), seguido por los meses de julio (20) y junio, con 19 enlaces en el Ayuntamiento. Las parejas optaron por los meses de primavera y verano como fecha ideal. De todas ellas, el 90,63% fueron en castellano y prevaleciendo el turno matinal.