Ante la previsión de un otoño e invierno complicados desde el punto de vista energético, con el imparable incremento de precios, el Ayuntamiento de Gasteiz ya ha puesto en marcha un grupo de trabajo entre varios de sus departamentos con el objetivo de diseñar y concretar y plan de contingencia para lograr la eficiencia energética y reducir el consumo en los edificios municipales y el espacio público.
Correspondió al alcalde, Gorka Urtaran, desvelar esta línea de actividad ya puesta en marcha y que se pretende tenerla definida “antes del otoño” para comenzar la aplicación de las medida que ayuden al objetivo de la “eficiencia energética”, remarcó el primer edil en su comparecencia semanal de ayer trasladada al marco de los jardines del palacio Zulueta.
Corresponde ahora a los equipos técnicos ir “preparando y diseñando ese plan, analizar todas las variables y ver que iniciativas podemos adoptar para que sean las más eficientes posibles”, concretó Urtaran. Los lugares donde se pondrán en marcha esas decisiones serán los edificios de propiedad municipal y el espacio público. Más allá de este apunte no ofreció otro tipo de detalles el regidor al ser preguntado si entre esas decisiones podría estar incluida un hipotético recorte en el encendido del alumbrado público en las calles de Vitoria. “No está diseñado aún y no me quiero precipitar. Lo que sí hemos trasladado es la conveniencia de que el Ayuntamiento esté preparado para que, en el caso de que fuera necesario, pudiéramos tomar medidas encaminadas a esa reducción del consumo energético e incremento de la eficiencia energética”, ahondó Urtaran.
Una de los capítulos donde la institución más está notando el incesante aumento de los costes energéticos es en la factura del alumbrado viario. Los contratos vigentes están prorrogados y los de mayor cuantía caducarán cuando caiga la última hoja de este mes. De cara al futuro más próximo, mostró su confianza el alcalde de poder lograr unos “precios más competitivos” mediante la adquisición de esa energía a través de una “central de compras” con otras instituciones como la Diputación de Álava, aunque todavía “se está tramitando y no tenemos resolución”, significó. En cualquier caso, la institución municipal ya contempla una “reserva de presupuesto para poder destinarlo a lo que puede ser el mayor gasto de consumo energético debido al incremento del precio de la energía”, alertó Urtaran.
Termostatos a 20 y 25 grados
El anuncio del primer edil gasteiztarra llegó después de la reunión del Grupo Institucional de Sostenibilidad Energética para preparar medidas de eficiencia energética que les competen dentro del plan de contingencia anunciado por la consejera de Desarrollo Económico del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, para administraciones, hogares y empresas.
Una de las principales medidas tiene que ver con la climatización de los edificios públicos, de manera que en invierno el termostato se regule a 20 grados, reduciendo esa temperatura a 15 grados por la noche y los fines de semana. En verano la temperatura debería ser de 25 grados.
Se llama también la atención sobre la importancia de limitar la calefacción y el aire acondicionado al recordar que por cada grado que se suben innecesariamente el consumo energético crece un 7%. Las instituciones consideran que se debe evitar el uso de calefactores individuales de resistencia y que los sistemas de calefacción y agua caliente deben tender al uso de electricidad con bombas de calor o renovables.
También se recomienda revisar el aislamiento de puertas y ventanas y evitar el uso de agua caliente en los centros de trabajo en los que no sea necesario. El consumo de papel es otra de las cuestiones a limitar, ya que por cada tonelada que se recicla se evita que se corten 14 árboles y que se consuman 50.000 litros de agua y 300 kilos de petróleo. El borrador incluye la posibilidad de colocar instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo en los tejados de los edificios y promover el desplazamiento sostenible.
Actor ejemplarizante. En esta situación de alerta energética, la administración ha de desempeñar un rol tractor y ejemplarizante. Más allá de seguir avanzando en el diseño del modelo energético de medio y largo plazo, la alerta energética de este verano 2022 exige contribuir a la reducción del consumo de gas y de energía a fin de actuar a tiempo para minimizar tensionamientos de cara a estaciones venideras como el otoño e invierno cuando el desplome de los termómetros sea más evidente.