Comprar un coche nuevo es una inversión importante que hay que meditar. Durante el primer trimestre del año, el precio medio de un vehículo por estrenar en España se situó en 23.831 euros, lo que refleja una diferencia del 1,7% (398 euros) con respecto al acumulado de los mismo meses del ejercicio anterior. Un dato que justifica, más aún si cabe, que cada vez sean más quienes recurran a la financiación para afrontar el coste de un coche nuevo.
Según datos de la Asociación Española de Leasing y Renting de Vehículos (AELR), en 2022, el 74,5% de los coches nuevos vendidos en España se financiaron. Es decir, 3 de cada 4 coches fueron comprados a plazos. Una opción a la que se recurre para poder afrontar el coste de un vehículo nuevo aligerando el impacto económico inicial y distribuyendo de este modo los gastos a lo largo del tiempo.
La financiación de un vehículo se puede gestionar bien desde el propio concesionario bien desde la propia entidad financiera asociada.
Esto es lo que, según el Banco de España, deberías saber si estás pensando en financiar el coche
Si la financiación se hace a través de una entidad financiera
Antes de financiar el coche, es importante saber que la entidad, como en cualquier otro préstamo, tiene que cumplir con las obligaciones recogidas en la norma y por tanto deberá, tal y como así lo indican los profesionales del Banco de España:
- Evaluar la solvencia del interesado, es decir, su capacidad de pago para hacer frente a las cuotas.
- Ofrecerle explicaciones adecuadas sobre las condiciones del crédito ofrecido. Por ejemplo, las cuotas a pagar, los servicios accesorios vinculados al préstamo, o los gastos o comisiones derivados de la financiación.
- Facilitarle antes de la firma del contrato, la información precontractual, a través del documento de Información Normalizada Europea (INE), en el que se deberán recoger las mismas condiciones que se establecerán en el contrato.
Con todo ello encima de la mesa, y antes de firmar el préstamo, es esencial valorar las condiciones y características del préstamo y comparar esta financiación con otras opciones, por ejemplo, los préstamos para adquisición de vehículos que ofrecen otras entidades.
Si la financiación se hace a través del concesionario
Si, por el contrario, la ofrece el concesionario, suele tener, tal y como indican desde el Banco de España, una serie de peculiaridades que conviene saber y de las que tendrán que informar antes de firmar.
Financiar el coche no siempre es más barato que pagarlo al contado
Según destacan los especialistas, las entidades suelen ofrecer descuentos en el precio de compra del vehículo por el hecho de financiarlo, pero eso no significa que comprar el coche con esta financiación sea más barato que pagándolo al contado. Para saber el precio del coche teniendo en cuenta el coste de su financiación, hay que fijarse en el precio total a plazos, que incluye todos los pagos que realizamos por el coche y por su financiación, es decir, la entrada, las comisiones y gastos de la financiación, las cuotas mensuales y la cuota final, en el caso de que la hubiera.
Saber el número de cuotas total al que va a haber que hacer frente
Tal y como explican desde el Banco de España, suele haber una cuota inicial, que se abona en el momento de la contratación, cuotas mensuales que se abonan durante el plazo establecido y una cuota final que, en la mayoría de los casos, es de un importe mucho más elevado que las cuotas mensuales. Es importante hacer cuentas antes de lanzarse a comprar un coche, y pensar no solo en la cuota inicial y las mensuales, sino también en la última cuota de elevado importe.
Valorar si los productos o servicios que se ofrecen con la financiación suponen un beneficio o no
Junto con la financiación, se suelen ofrecer otros productos o servicios relacionados con el contrato de crédito, como, por ejemplo, los seguros que garanticen el crédito. Hay que valorar estos servicios y ver si suponen un beneficio o no.
Conocer las cláusulas de permanencia
Según explican desde el Banco de España, suelen existir cláusulas de permanencia que te obligan a mantener el préstamo durante un determinado plazo, imponiendo una penalización que puede suponer la pérdida del descuento aplicado sobre el precio del vehículo si no se cumple. Es importante tenerlo en cuenta si se tiene previsto amortizar el crédito antes de la fecha de vencimiento establecida.