El Banco Mundial ha aprobado la entrega de 143 millones de dólares (cerca de 136 millones de euros), para ayudar en la respuesta de emergencia a causa de la sequía en Somalia, que ha provocado un drástico aumento de la inseguridad alimentaria y que parte de la población se encuentra en condiciones similares a la hambruna.
"La situación es desoladora y el Banco Mundial está haciendo todo lo posible, en el marco de los programas actuales, para proteger a los más vulnerables en este momento de gran necesidad", ha dicho la directora del organismo para Somalia, Kristina Svensson.
"Estamos moviendo contactos con los actores internacionales para aliviar la situación antes de que se pierdan más vidas y sustentos", ha explicado. La financiación se sumará a la Red de Seguridad para la Respuesta ante Shocks del Proyecto Capital Humano (SNHCP) de Somalia para potenciar la respuesta ante la sequía.
El organismo ha destacado que se trata de la primera vez en la historia del país en el que existe un plan de seguridad social a nivel nacional y ha subrayado su apoyo a la iniciativa, con una financiación que espera dar cobertura a cerca de 20.000 hogares, con transferencias de efectivos a otros 338.000 en el país africano.
"Es muy alentador ver que el SNHCP es capaz de adaptarse rápidamente en respuesta a la crisis. A principios de junio, las transferencias financieras de emergencia habían sido entregadas a más de 243.000 hogares en el país", ha explicado Afrá Alaui al Ahmadi, especialista en Protección Social en el Banco Mundial.
Naciones Unidas hizo el lunes un llamamiento a aumentar drásticamente la entrega de ayuda en Somalia a causa de la sequía y alertó de que más de 350.000 niños podrían morir a causa de la desnutrición antes de septiembre si la situación no mejora.
El coordinador humanitario de la ONU para Somalia, Adam Abdelmoula, resaltó que "1,5 millones de niños menores de cinco años están desnutridos" e hizo hincapié en que en la actualidad "la mitad de la población, 7,1 millones de somalíes, necesitan ayuda humanitaria".
El entonces primer ministro de Somalia, Mohamed Husein Roble, decretó el estado de emergencia en noviembre de 2021 y en marzo hizo un llamamiento a la entrega de ayuda internacional ante el empeoramiento de la sequía en el Cuerno de África, con Somalia como el país más afectado en la región.