El Barakaldo está que se sale. Su rotundo y convincente triunfo en la pasada jornada sobre el Portugalete, en un derbi de la máxima, le ha permitido dispararse en la tabla del grupo IV de Tercera RFEF, hasta el punto de que, con solo ocho jornadas recorridas, supera en seis puntos al segundo clasificado, el Leioa y al que paradójicamente se enfrenta este mismo sábado en Sarriena, en un duelo que se presenta excitante y que, en caso de victoria del cuadro aurinegro, este daría un nuevo golpe de autoridad que no haría más que ratificar el brillante arranque del colectivo que dirige Imanol de la Sota, que se convierte en el segundo mejor equipo, solo superado por el Europa catalán, de los 288 que forman los 18 grupos de la categoría a nivel estatal. Un dato demoledor que retrata el poderío que muestra la entidad de Ezkerraldea en su liga doméstica, ya que es el único invicto después de haber concedido solo dos puntos de los 24 posibles, por culpa del empate que firmó sin goles en Lasesarre frente al Basconia, el único rival que le ha puesto contra las cuerdas, lo mismo que el Urduliz, que estuvo muy cerca de sumar en el feudo fabril.
Este Barakaldo, que ya asoma en prácticamente todas las quinielas como el gran favorito al ascenso directo aunque su técnico intente evitar esa etiqueta, ofreció todo un recital de juego y solvencia frente a un Portu que decepcionó en Lasesarre pese a llegar al derbi avalado por su racha de cuatro triunfos consecutivos. El colectivo de Patxi Salinas se convirtió en un juguete roto para los locales, que solo tuvieron que aprovechar las facilidades que le concedió el equipo jarrillero para exprimir sus virtudes y hacerse con un triunfo que le deja una jornada más en lo alto de la tabla. Sus números hablan por sí solos. Presume de una media que supera los dos goles por partido, solo el Atlético Astorga (23), Manacor (19) y Europa (18) lucen una cosecha mayor de tantos en toda la Tercera RFEF, y a lo que hay que añadir la condición de ser el conjunto menos goleado, con las dos únicas dianas encajadas por Jon Tena, al igual que el Tropezón y el Manchego Ciudad, un impacto en dos facetas que dibujan el equilibrio de su bloque.
Riqueza ofensiva
Lo cierto es que el Barakaldo presume de una pegada que le erige en un dolor de muelas para sus rivales. Su técnico, por tanto, no se puede quejar de la pólvora que poseen sus hombres, que solo se quedaron sin ver puerta en el duelo que les enfrentó al Basconia en Lasesarre. Son nueve sus futbolistas que han batido la meta contraria en estas ocho jornadas recorridas, con mención especial a su ariete Iñigo Orozco, ex del Amorebieta y que es su pichichi con un saldo de cuatro tantos, uno más que los que han materializado Urki Txoperena y Jon Urkiza, frente a los dos que atesora Bittor Isuskiza. Xabi Cortezón, Julen Huidobro, Iker Pedernales, Ekaitz Molina e Iker Montes han acertado en una ocasión cada uno. Precisamente, el último nombre de esta nómina fue el encargado de cerrar el domingo la victoria del Barakaldo sobre el Portu gracias a un derechazo desde el borde del área ante el que poco pudo hacer el meta jarrillero para evitar el tercer tanto encajado. “Me la ha dado Urki al borde del área, he visto que tenía opciones de acabar, he tirado y he marcado”, resumió el exjugador del Amurrio, que también se mostró satisfecho por la conquista de los tres puntos: “Confirman que estamos en una buena dinámica y estamos haciendo las cosas muy bien. Ha sido un partido bonito, con tanta gente, y ganar y seguir arriba es muy importante”. Así las cosas, el Barakaldo se volverá a exigir este sábado en Sarriena.