El barrio de Lanbarketa de Arrigorriaga pide mejoras y no el cambio de nombres

Un cambio de nombre no mejora nuestras calles. Fue el lema de la concentración celebrada ayer martes en la plaza de San Antonio del barrio de Lanbarketa, en Arrigorriaga, para mostrar la disconformidad vecinal con la propuesta de modificación de nomenclatura de dos de sus calles -Pedro Muro y Lepanto- recogida en el informe realizado por la asociación local Malmasingo Lagunak a petición del Consejo de Igualdad.

Es la segunda acción de protesta llevada a cabo por los residentes a lo largo de las últimas semanas tras una campaña de recogida de firmas que se cerró con 475 rúbricas de apoyo ante "la falta de respeto que han tenido, porque el equipo de gobierno se empezó a poner en contacto con nosotros cuando vió el revuelo que se estaba montando" afirmó un vecino de Pedro Muro. Una de las cuestiones que quieren dejar clara los afectados "es que no nos oponemos a a la iniciativa de que en el callejero municipal se vayan incorporando nombres de mujer", pero consideran que ese importante avance hacia la igualdad "con el que estamos de acuerdo" se debería realizar "con calles o plazas nuevas o en edificios y dependencias públicas".

Además, y a pesar de que el equipo de gobierno de EH Bildu y Arrigorriaga Gara insiste en que "en caso de producirse el cambio de nombre de alguna calle, los vecinos y vecinas de la misma no tendrían que hacer ningún trámite de carácter obligatorio ni ningún desembolso económico", los residentes no lo tienen tan claro. "Para la gente mayor, como la que en gran parte vive en este barrio, va a suponer un trastorno realizar esos trámites y, digan lo que digan, eso vale un dinero", aseguró Juan que vive en la calle Lepanto antes de lanzar varias preguntas al ejecutivo local: ¿Por qué han elegido este barrio? ¿Por qué no cambian el nombre de otras calles del pueblo?". A su juicio "quieren experimentar con Pedro Muro y Lepanto porque somos los marginados de Arrigorriaga".

Necesidades del barrio

Y es que el sentir general de los residentes en Lanbarketa es que "vivimos en un barrio olvidado y abandonado" y que tiene muchas necesidades y mejoras sin acometer como "arreglar los parques y el mobiliario urbano, pintar barandillas, solucionar el mal estado en el que se encuentran las escaleras de acceso a la parte alta o sustituir las baldosas que están levantadas", enumeraron a modo de ejemplo.