El Baskonia se ha convertido definitivamente en la bestia negra del Real Madrid. El conjunto gasteiztarra, en una tarde en la que, pensando en la Euroliga, dosificó a sus estrellas, consiguió a base de pundonor y muy buen baloncesto completar el póker de victorias en temporada regular contra el cuadro merengue, que ni siquiera con el calor de su afición y un cierto favor arbitral logró evitar un triunfo azulgrana con sabor especialmente dulce por el rival, las circunstancias del partido y porque supone situarse colíderes de la ACB.
Peñarroya alineó de inicio un quinteto inédito con Heidegger, Howard y Raieste acompañando a un doble poste formado por Enoch y Kotsar, por un lado con la idea de compensar la superioridad de centímetros del Real Madrid y por otro obligado por la ausencia de Hommes, Tadas y Díez.
Pese a esa novedad por dentro, el cuadro local hizo valer su superioridad en la pintura y, aunque el Baskonia se situó al principio 2-5 arriba con un triple de Heidegger, comenzó a distanciarse a base de una sólida defensa por dentro, balones al poste y continuas segundas oportunidades ante la incapacidad de Enoch y Kotsar de cerrar el rebote defensivo. Así las cosas, llegó un parcial de 23-5 comandado por Musa, Deck y Tavares que situó al Real Madrid con una ventaja de 25-10 a los siete minutos de juego. Con el ingreso de Thompson el Baskonia encontró algo más de equilibrio para cerrar el primer cuarto, que terminó con un 27-15 reflejo de lo visto sobre la cancha hasta entonces.
En el arranque del segundo parcial, la inspiración de Marinkovic permitió al Baskonia acercarse a siete puntos (29-22), pero los de Chus Mateo volvieron a distanciarse con un triple de Causeur. Sin la intimidación de Tavares sobre el parqué y ante un quinteto más pequeño, el Baskonia jugó más cómodo e incluso fue mejor que su rival en algunos tramos, aunque eso no se tradujo en un acercamiento azulgrana. De hecho, el Real Madrid llegó a construir una renta de 14 puntos tras un triple de Rudy (38-24). Afortunadamente, un acelerón azulgrana hacia el desenlace de la primera mitad permitió llegar al descanso con el partido todavía abierto (45-39), gracias a un parcial de 5-13 impulsado por varias acciones individuales de mérito de Howard y Heidegger.
Contra viento y marea
El buen momento baskonista continuó al regreso de vestuarios, en el que los hombres de Peñarroya estuvieron más concentrados que los madrileños, el doble poste con Enoch y Kotsar funcionó mejor y, además, contaron con unos minutos de ebullición de Markus Howard. El escolta estadounidense, que falló los seis primeros triples que intentó en el encuentro, logró finalmente destapar el tarro de las esencias desde el perímetro y entre él y Enoch le dieron la vuelta al partido (49-54) en un vertiginoso parcial de 0-10. Howard siguió haciendo de las suyas y Kotsar, que con su garra logró poner en dificultades a Tavares y a Poirier, también puso su granito de arena para alcanzar una renta de siete puntos con el 56-63. Tras ello, los veteranos del Real Madrid sacaron su orgullo, igualaron la intensidad y lograron situarse a solo un punto a la entrada del último cuarto, al que se llegó con todo por decidir (69-70).
Un triple de Rudy Fernández situó a los merengues por delante al comienzo de los últimos diez minutos, pero los azulgranas siguieron haciendo su juego, Marinkovic aprovechó los envíos de Thompson y el Baskonia llegó a ponerse 72-80 arriba, logrando meter el miedo en el cuerpo a los madrileños. De hecho, necesitaron de cierto favor arbitral para poder volverse a meter en el encuentro, ya que en varias ocasiones se perdonó la quinta falta a Tavares y se pitaron con mucha más facilidad acciones en contra de los azulgranas, como una técnica a Peñarroya por sus más que comprensibles protestas. Los colegiados permitieron a los de blanco ser más duros que los azulgranas y con los puntos de Deck y Musa lograron ponerse por delante (86-85).
Sin embargo, el Baskonia no se desesperó, mantuvo la cabeza fría y se sobrepuso a todos los contratiempos a base de pundonor y carácter. A dos minutos del desenlace, se hizo al fin justicia señalando la quinta personal a Tavares, los azulgranas defendieron como perros de presa y Giedraitis se echó a la espalda el equipo con dos canastas de enorme mérito en penetración para situar el 88-92, al que Costello puso la guinda soltando su rabia con un mate tras una gran defensa en equipo. Equipo... Esa es la palabra que mejor define el triunfo por 88-95 en el Wizink.