Este Baskonia irreductible, que compite contra viento y marea busca prolongar su excelente racha de resultados en el feudo de uno de los grandes de la competición. No en vano, la visita al Fenerbahce, sólido líder de la Euroliga, es sin lugar a dudas uno de los más grandes retos a los que se puede enfrentar la tropa de Peñarroya a estas alturas.
Un hueso duro de roer. Sin embargo, tras dar la campanada este miércoles en la cancha del Anadolu Efes, campeón de las dos últimas ediciones, la escuadra azulgrana llega con la moral por las nubes. Sin miedo a nada. Si se ha sido capaz de hacer hincar la rodilla a los Micic, Clyburn y compañía en su propio feudo, ¿por qué no hacer lo mismo con el poderoso Fenerbahce?
Sería la guinda perfecta a la semana turca. Dos victorias en territorio hostil, algo impensable hasta hace bien poco, pero no para este Baskonia que va lanzado. Así es. La escuadra gasteiztarra no conoce la derrota desde el pasado 25 de noviembre cuando cayó en el Palau ante el Barça por 96-84. Desde entonces seis victorias consecutivas –Girona, Milán, Murcia y Bayern en el Buesa Arena– y Gran Canaria y Efes a domicilio.
Partidos todos ellos resueltos con una facilidad pasmosa. En cuatro se superó ampliamente los 20 puntos de renta, mientras que al Milán se ganó de 16 y al Efes por 5. Palabras mayores. Como son los 67 puntos encajados en estos seis partidos, dato que habla bien a las claras del tremendo esfuerzo colectivo que hace el equipo en labores defensivas. Un equipo total. Letal y con mucha pólvora en ataque y comprometido atrás, que además recupera para la causa a Pierrià Henry. El base podrá participar en este duelo aunque lo hará condicionado por el vuelo transoceánico que le ha llevado a Estambul desde Estado Unidos
Ahora tendrán enfrente a un Fenenerbahce, que pese a su condición de líder en solitario, afronta el partido en horas bajas. La escuadra turca, que este curso tan solo ha perdido un partido en su casa, en la undécima jornada frente al Real Madrid (71-85) llega al duelo tras recibir un severo correctivo en la cancha del Olympiacos (94-67).
Las lesiones están pasando factura a los de Dimitris Itoudis. El técnico heleno tiene varias dudas. La presencia de su estrella Scottie Wilbekin, que está en la recta final de su recuperación, es una incógnita. La participación de Dyshawn Pierre y Tarik Biberovic también está en entredicho, mientras que Johnathan Motley está descartado, como el exbaskonista Nemanja Bjelica, lesionado de larga duración. El que sí estará es Tonye Jekiri, aunque con un rol menor al que tuvo en el Baskonia.
La anotación de Mario Guduric y la dirección de Calathes son otros de los puntos fuertes del equipo turco que además de las dos derrotas ya citadas perdió también en el Palau, mientras que ha entre otras victorias ha ganado en Mónaco, Milán, Berlín y Munich, además de a sus vecinos del Efes, lo que habla bien a las claras de su tremendo potencial.