El Baskonia continúa avanzando con paso firme y sumó su novena victoria consecutiva ante la Virtus Bolonia en un duelo en el que fue superior pese a perder a Howard en el inicio del segundo cuarto, pero en el que terminó sufriendo. Tras llegar a construir una ventaja de 20 puntos en el tercer cuarto, Mannion y Belinelli obligaron a los locales a exprimirse con el resultado de 78-72 a falta de cuatro minutos para el final.
Peñarroya apostó por un quinteto inicial formado por Thompson, Howard, Giedraitis, Costello y Kotsar, que funcionó bien por dentro en los primeros minutos con una gran defensa de Costello sobre Shengelia, pero al que no le salieron bien las cosas en puestos exteriores, ya que Thompson, bien cubierto por Hackett, cometió varios errores en la dirección y Howard dejó la cancha a los dos minutos de juego por unas molestias en la zona lumbar. La Virtus estableció una pequeña ventaja de 4-8 al poco de empezar, pero los gasteiztarras, ya con Henry y Marinkovic como pareja exterior, respondieron con un parcial de 7-0 convirtiendo los fallos de los italianos debajo de canasta en puntos en transición del escolta serbio. Las imprecisiones, en cualquier caso, continuaron por parte de ambos conjuntos y eso hizo que la anotación fuera baja al final del primer cuarto con el 17-14.
Nada que ver con el segundo parcial, al que el Baskonia consiguió imprimir un ritmo mucho más alto desde el principio. Un mate de Enoch y un triple de Howard, que volvería a tener que marcharse al banquillo precipitadamente al chocar con Weems de espaldas en un bloqueo, estiraron la ventaja local a los ocho puntos. La Virtus respondió con una difícil canasta de Belinelli y un triple de Lundberg, pero el conjunto gasteiztarra ya estaba lanzado. Con Henry al timón y Marinkovic, Thompson y sobre todo Sedekerskis y Kotsar anotando y defendiendo a gran nivel, el Baskonia encadenó un parcial de 14-2 con el que estiró la ventaja hasta el 36-21 con el que empezaba a perfilarse como favorito al alzarse con el triunfo. La Virtus, que desaprovechó numerosas oportunidades de castigar bajo el aro local por la desastrosa primera parte de Jaiteh, recuperó el pulso al partido con el ingreso de Bako y evitó que la diferencia fuera todavía mayor al descanso, al que se llegó con un 45-31.
Desenlace sufrido
La segunda parte, en la que Howard no participó por sus mencionadas molestias, no pudo empezar mejor que el Baskonia, que estableció su máxima ventaja hasta entonces con otro triple de Marinkovic y una bandeja de Giedraitis tras robo (50-31). La Virtus no encontraba soluciones a sus problemas y fue entonces cuando Shengelia decidió echarse a su equipo a la espalda. El exbaskonista anotó diez puntos consecutivos para su equipo, superando las defensas primero de Costello y después de Hommes, y los italianos consiguieron acercarse a 13 puntos con el 54-41. Sin embargo, Peñarroya apostó por introducir a Dani Díez, que aún no había entrado en la cancha, y el ajuste resultó un acierto, ya que consiguió frenar la producción ofensiva de Toko e incluso colaborar con un triple a que los azulgranas volvieran a alejarse en el marcador hasta el 63-43, obra de Enoch. El Baskonia comenzaba a saborear la victoria, pero la Virtus no iba a dar su brazo a torcer tan fácilmente, ya que entre el final del tercer cuarto y el principio del último encadenó un parcial de 0-11 que le metió de lleno en el encuentro, reduciendo la desventaja por debajo de los 10 puntos.
Necesitaba el Baskonia alguien pusiera fin a su sequía anotadora y lo encontró en un Marinkovic que mantuvo la muñeca caliente durante todo el encuentro. El serbio anotó dos triples consecutivos y protagonizó un bonito duelo de lanzamiento con otro francotirador como Marco Belinelli. Ambos equipos se fueron intercambiando golpes hasta que Mannion se sumó a la fiesta del triple con dos seguidos, el segundo de ellos con tiro libre adicional, y con esos siete tantos del internacional italiano la Virtus metió el miedo en el cuerpo a los locales colocándose a solo seis puntos (78-72) a falta de cuatro minutos para el final. Afortunadamente, Thompson tomó las riendas del equipo, aportó templanza al ataque azulgrana y devolvió los dobles dígitos de ventaja con un triple y una precisa asistencia a Costello. A partir de ahí, el Baskonia supo gestionar su ventaja durante los dos últimos minutos y terminó imponiéndose con justicia por 90-79.