El capitán del Barcelona habla del pequeño bache de su equipo en la Euroliga, su rol en el club y lo que espera del partido de esta noche contra el Baskonia
Vitoria – Si el Barça se puede identificar con alguien de su plantilla en estos momentos, ese es Pierre Oriola. Las salidas de referentes del club en cuanto a valores, veteranía y vinculación sentimental con la entidad como Navarro, Tomic, Pau Ribas, Claver o Gasol en los últimos años han cargado al interior catalán con la responsabilidad de ser el capitán y uno de los líderes de un vestuario cargado de estrellas como el culé. Nadie mejor que él, por lo tanto, para analizar con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA los pormenores del duelo de esta noche contra el Baskonia.
¿Cómo se está encontrando en su quinta temporada con el Barça?
–La verdad es que es un privilegio poder mantenerme tanto tiempo en el mismo club con los tiempos que corren. Estoy feliz de estar en el lugar que considero mi casa y en el que siempre he querido estar. Cada temporada es diferente y hay algunas en las que tienes un rol más importante y participas más que en otras, pero hay que ayudar al equipo igualmente. Como siempre, yo estoy intentando dar mi máximo y estar a disposición del entrenador para lo que necesite.
¿Cómo lleva la competencia con jugadores de la talla de Mirotic, Smits, Davies o Sanli?
–Es complicado. Cada año es más difícil mantenerse, como le he dicho antes, pero cuando llegas a un equipo con tan buenos jugadores, que son estrellas tanto aquí como en cualquier otro equipo en el que pudieran jugar, no es fácil. Hay que intentar complementarse, si ellos aportan unas cosas al equipo tú tienes que aportar otras o al menos intentarlo. Evidentemente, hay que tener siempre claro cuál es el rol de cada uno e intentar hacer que el equipo mejore, trabajando siempre al máximo y estando preparado para cualquier oportunidad.
Por si fuera poco, Navarro dijo el martes que está en conversaciones para incorporar a Marc Gasol. ¿Cómo vería su fichaje?
–Eso son decisiones que debe tomar el club, pero evidentemente yo siempre he dicho que Marc es un grandísimo jugador y un diez como persona. Siempre que he compartido vestuario con él me ha ayudado, me ha considerado y hemos tenido una buena relación. Si al final se da esta situación, lógicamente estaría encantado de tener a un jugador de su calibre junto a nosotros.
¿Cómo lleva la capitanía? ¿Le está tocando ejercer de hermano mayor con los jóvenes y los jugadores nuevos que llegan?
–No es fácil ser capitán de un equipo con un vestuario repleto de grandes nombres, hay que hacerse un hueco entre ellos y que la gente entienda lo que es el Barça y lo que significa defender estos colores. Intento hacerlo lo mejor que sé, ayudar en todo lo que puedo, mantenerme positivo. Estoy aprendiendo a marchas forzadas porque nunca había tenido una responsabilidad como esta.
El año pasado se quedaron con la espina de caer en la final de la Euroliga. ¿El objetivo de este año es ganarla?
–En este club la meta es siempre ganar el máximo número de títulos posible, pero hay que ser realistas. Hay mucha competencia para llegar hasta allí. El primer objetivo es estar entre los ocho primeros y a partir de ahí intentar clasificarse para la Final Four. Una vez allí todo se reduce a dos partidos. Si tienes los dos mejores días del año tendrás muchos números de ganarla y si uno de los dos sale mal te quedas a las puertas, como el año pasado.
¿Le preocupa la situación del equipo tras perder los dos últimos partidos de Euroliga?
–Más que la situación, lo que preocupa son las sensaciones que hemos dejado en estos dos encuentros. No puedes empezar tan mal el partido, sobre todo fuera de casa. Arrancamos fríos, con mucha desventaja en el marcador y luego tuvimos la sensación de ir todo el rato a remolque. En las segundas partes mejoramos y, de hecho, ganamos las dos, pero nos condenaron los primeros cuartos.
Imagino que intentarán solventarlo contra el Baskonia. ¿Qué clase de partido espera?
–Seguro que será un choque muy exigente y físico. El otro día estuve viendo el partido contra Unicaja y hubo un momento en el que todo el quinteto del Baskonia rondaba los dos metros. Es un equipo que puede abrir el campo, los cinco pueden tirar. Va a ser muy peligroso. A lo mejor no ha empezado muy bien la temporada, con muchas dudas y una racha de partidos perdidos, pero conocemos su carácter y el de su entrenador. Tienen calidad de sobra y una plantilla que te puede hacer daño en todas las posiciones y de la que destacaría su versatilidad.
Tadas mencionó recientemente la capacidad de cortar líneas de pase del Barça. ¿Esa tensión es algo que les pide Jasikevicius?
–Siempre intentamos que el equipo rival no esté cómodo y no pueda jugar a su ritmo. El Baskonia es un equipo al que le gusta correr y anotar en transición, por lo que intentaremos pelear el rebote ofensivo y bajar rápido a defender para que no puedan hacerlo y a partir de ahí endurecer el partido en el cinco contra cinco. Ellos son muy peligrosos en los primeros segundos de posesión, por lo que habrá que intentar obligarles a que sus tiros no sean fáciles y lleguen al final, forzados.
Por último, me gustaría conocer su opinión sobre la evolución de la figura del pívot en los últimos tiempos. ¿Nota que está desapareciendo el interior posteador y que cada vez le toca defender y jugar más lejos de la zona?
–En nuestro caso concreto al entrenador le gusta que los pívots reciban balones dentro y que posteen y tenemos jugadores altos y físicos capacitados para hacerlo tanto en la posición de 'cinco' como en el 'tres' y en el 'cuatro', pero sí que es verdad que esto cada vez se ve menos en el baloncesto moderno. La tendencia es ahora que los pívots se asemejen a los ala-pívots y que puedan abrir el campo. Nosotros tenemos esa versatilidad, con jugadores más posteadores y otros con la capacidad de anotar desde el perímetro.
¿Sufre cuando le toca defender a las bestias físicas que se ven ahora en la Euroliga como Hines, Hassan Martin, Hunter o Reynolds?
–Sí, yo reconozco que sufro porque al final yo no soy un portento físico o una fuerza de la naturaleza como ellos, pero creo que tengo otras virtudes. La del pívot es una posición donde sí que es verdad que los últimos años he ido jugando por necesidades del equipo, pero he de reconocer que no es mi posición natural. Mi lugar quizá es más hacia el 'cuatro' por mi físico, pero como ha dicho, ya no hay casi ala-pívots que posteen. Contra equipos que tienen un pívot físico al que le gusta jugar dentro y por encima del aro se me hace más complicado.