El Basque Culinary Center (BCC) ha generado un impacto económico de 228 millones de euros desde 2012, con una aportación al PIB próxima a los 125 millones y un retorno a la administración de 39 millones, según un estudio que 'radiografía' lo que ha supuesto esta institución en la última década.
El informe, elaborado por la consultora Ikertalde, ha sido presentado este jueves en la reunión del Patronato del BCC, máximo órgano de esta entidad, integrado por los chefs más prestigiosos de Euskadi, entre ellos Juan Mari y Elena Arzak, Pedro Subiajana, Martín Berasategui, Karlos Aguiñano y Eneko Atxa.
El director del BCC, Joxe Mari Aizega, ha asegurado que los resultados recogidos en el informe "Evaluación del impacto socioeconómico de Basque Culinary Center", le generan "una mezcla de orgullo y satisfacción", ya que evidencian la senda ascendente seguida por este ecosistema gastronómico.
El auge de su actividad se traslada al volumen de ingresos y gastos, así como al impacto económico generado en el entorno que, en la última década 2012-2022, se cifra en 228 millones, con una aportación al PIB cercana a los 125 millones y un retorno para la arcas públicas -vía fiscal y cotizaciones sociales- de 39 millones.
En cuanto al ejercicio 2022, los datos de evolución e impacto aumentan considerablemente respecto a 2018 si se tienen en cuenta los resultados del anterior informe, elaborado por la misma consultora.
De esta manera, en 2022 el impacto global de Basque Culinary Center se cifra en 35,6 millones (un 46 % más que en 2018) con una aportación al PIB de 19,5 millones (un 47 % más), lo que supone un retorno a la administración de más de 6,6 millones (un 54 % más respecto a 2018).
Miren Fernández Gaztelu, representante de Ikertalde, ha sido la encargada de desgranar las conclusiones del estudio, que señala además que el BCC se consolida como un ecosistema generador de empleo que cuenta con un "equipo joven", con una edad media de 37 años.
Personal docente, investigadores o profesionales del ámbito de la restauración, la comunicación y el marketing integran un equipo "multidisciplinar", que en 2022 sumó en total 164 empleos.
Destaca asimismo el peso del "empleo femenino", una representación que se eleva hasta el 64 % en el caso del centro BCC Innovation, y que supera en 9 puntos porcentuales la representación femenina en el mercado laboral vasco vinculado al sector servicios.
El Basque Culinary Center avanza en sus cuatro ámbitos de actividad: formación, plataforma de promoción de la gastronomía, centro tecnológico de investigación, y ecosistema empresarial y emprendimiento.
Fernández Gaztelu ha explicado que, más allá de las cifras de impacto generadas en la última década, se apuntan nuevas líneas de transformación a medio y largo plazo en un horizonte 2030 sobre el que se proyecta una importante expansión con proyectos estratégicos como GOe, cuya sede se asentará en Donostia, y el centro sobre el vino y las bebidas, EDA, en Araba.
La formación, con cerca de 4.360 estudiantes, continúa siendo el motor y el corazón de esta institución. Una actividad que consolida su ámbito académico con un total de 463 alumnos en el curso 2022-2023 distribuidos en grado, máster y el recién introducido doctorado.
La plataforma de promoción de la gastronomía, por su parte, desarrolló el año pasado un total de 167 actividades que concitaron la presencia "física" de cerca de 20.000 participantes, y organizó eventos como la entrega del Basque Culinary World Prize, que "refuerza su posicionamiento como el Nobel de la Gastronomía".
En el ámbito de la investigación, el centro tecnológico BCC Innovation cuenta con un equipo de 36 personas que trabajan en torno a una cartera de 90 proyectos vinculados a la salud, la sostenibilidad, la transformación digital o el análisis sectorial.
El ecosistema empresarial y el emprendimiento, por su parte, es el área que más crece y que proyecta una mayor expansión para este año por el aumento de la actividad de asesoramiento, acompañamiento e impulso de la actividad empresarial y la creación de start up.
Este estudio de impacto económico, que fija la trayectoria ascendente del Basque Culinary Center y que recoge también los años de la pandemia, ha sido compartido este jueves en la reunión del Patronato, que está integrado también por empresas e instituciones como el Gobierno vasco y la Diputación de Gipuzkoa, y entidades como Azti-Tecnalia y la Universidad de Mondragón.