El Banco Central Europeo (BCE) ha cumplido con lo esperado. La autoridad monetaria ha anunciado este jueves que mantiene los tipos de interés sin cambios, en el 4,5%, una decisión que supone que el precio del dinero finalizará el año en niveles máximos desde mayo de 2001.
Tipos en máximos
De este modo, el Banco Central Europeo (BCE) dictamina - por segunda vez consecutiva- que los tipos de interés se mantengan en el 4,5%, en un contexto de contracción de la economía de la zona euro y reducción de la inflación hasta el 2,4% en noviembre.
El Consejo de Gobierno del organismo, que se ha reunido este jueves en Fráncfort por última vez durante 2023, también ha decidido dejar sin cambios la facilidad de crédito -la que presta a los bancos a un día- en el 4,75% y la facilidad de depósito -que remunera el exceso de reservas a un día- en el 4%.
El BCE considera que los tipos de interés actuales están en niveles que, "mantenidos durante un periodo suficientemente largo", contribuirán a su objetivo de dejar la inflación en el 2% a medio plazo, según explicó en un comunicado.
Inflación
"Las decisiones futuras del Consejo de Gobierno asegurarán que los tipos de interés oficiales se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario", informó el organismo, que cree que la inflación podría repuntar "temporalmente a corto plazo".
Además, el BCE prevé durante el primer semestre de 2024 seguir reinvirtiendo íntegramente el principal de los valores adquiridos en el marco del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) que vayan venciendo.
No obstante, a partir del segundo semestre, reducirá la cartera en 7.500 millones de euros mensuales de media con el objetivo de poner fin a estas reinversiones a finales del próximo año.
Debilidad económica
En la actualidad, la eurozona atraviesa un momento de debilidad económica, después de que su producto interior bruto (PIB) retrocediera un 0,1% en el tercer trimestre, al tiempo que la inflación continúa reduciéndose, aunque todavía se mantiene por encima del objetivo del 2% del BCE.
Este indicador cerró noviembre en el 2,4 % frente al 2,9% del mes previo, mientras que la inflación subyacente -que no tiene en cuenta la energía o los alimentos por su volatilidad- se redujo seis décimas en noviembre hasta el 3,6%, según Eurostat.
En este contexto, BCE también ha actualizado sus previsiones de crecimiento económico para la eurozona al 0,6% en 2023, una décima menos que en su estimación de septiembre, y al 0,8% en 2024, dos décimas menos.
El organismo ha rebajado también sus perspectivas de inflación, hasta el 5,4% en 2023 y el 2,7% en 2024, dos y cinco décimas menos que en sus anteriores estimaciones, de acuerdo a la actualización de previsiones publicada este jueves.
El BCE llevó a cabo su primera subida de tipos para contener la inflación en julio de 2022, con 50 puntos básicos, y repitió estos aumentos -de entre 25 y 75 puntos básicos- en diez ocasiones consecutivas hasta la reunión del pasado 26 de octubre, cuando los mantuvo en el 4,5%, su nivel más alto desde 2001.