El Banco Central Europeo (BCE) ha elevado medio punto su previsión de crecimiento económico en la eurozona en 2023, hasta el 1%, y espera que en este año la inflación se modere al 5,3%, un punto menos de lo avanzado el pasado diciembre.
Tras la reunión del Consejo de Gobierno, el BCE ha informado de que la mejora del crecimiento económico se sustenta en el descenso de los precios de la energía y en "la mayor capacidad de resistencia de la economía ante el difícil entorno internacional".
El banco central espera que el crecimiento repunte posteriormente hasta el 1,6 %, tanto en 2024 como en 2025 (lo que supone rebajar la previsión frente al anterior pronóstico del 1,9 % y 1,8 %, respectivamente), "respaldado por la fortaleza del mercado de trabajo, el aumento de la confianza y la recuperación de las rentas reales".
Ese crecimiento económico para 2024 y 2025 menor de lo anteriormente previsto responde a "la orientación más restrictiva de la política monetaria".
No obstante, el BCE apunta que estas proyecciones económicas se realizaron con anterioridad a la "reciente aparición de tensiones en los mercados financieros", situación que "añade incertidumbre en torno a las evaluaciones del escenario de referencia para la inflación y el crecimiento".
INFLACIÓN DEL 5,3% EN 2023
El BCE explica que, antes de estos recientes acontecimientos, la senda de referencia para la inflación general ya se había revisado a la baja, debido principalmente a una contribución de los precios de la energía menor de lo esperado anteriormente.
Así, la inflación se situará, en promedio, en el 5,3 % en 2023 (frente al 6,3 % de la anterior previsión), en el 2,9 % en 2024 (frente al 3,4 %) y en el 2,1 % en 2025 (2,3 %), de forma que no alcanzará el objetivo del 2 % hasta, al menos, dentro de tres años.
Al mismo tiempo, las presiones inflacionistas subyacentes siguen siendo fuertes, añade el BCE, que asegura que la inflación una vez excluida la energía y los alimentos continuó aumentando en febrero y cerrará el año en el 4,6 % de media, por encima de lo estimado en las proyecciones de diciembre (4,2 %).
Posteriormente, la inflación subyacente descenderá hasta el 2,5 % en 2024 (una décima menos que en diciembre) y al 2,2 % en 2025, en un contexto de "desaparición gradual de las presiones al alza debidas a las perturbaciones de oferta anteriores y a la reapertura de la economía y en el que el endurecimiento de la política monetaria frena cada vez más la demanda".