El economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Philip Lane, ha pedido a los trabajadores de la eurozona que moderen sus peticiones salariales, al tiempo que también ha instado a los empresarios a no esperar los mismos beneficios que otros años por la situación inflacionista.
"Tratar de proteger por completo a los trabajadores de la inflación a través de unos mayores salarios llevaría a un gran incremento en los costes para las empresas y efectos de segunda ronda", ha alertado Lane en una entrevista con el diario austriaco 'Der Standard'.
Según el economista jefe del BCE, indexar los salarios a la inflación o incluso superarla sería una "autoderrota", ya que generaría un periodo de tiempo mayor con inflación elevada, lo que haría necesario una respuesta desde la política monetaria más grande y "dura".
Sin embargo, Lane también ha indicado que comparte las críticas de los trabajadores hacia las empresas, que están subiendo precios y logrando beneficios mayores. "Advertiría seriamente a las empresas de que no esperen el mismo nivel de rentabilidad en tiempos de elevada inflación", ha indicado.
"El mensaje colectivo es importante. Para poder volver a una inflación baja, tenemos que darnos cuenta de que la rentabilidad empresarial caerá durante un tiempo y que los salarios tampoco mantendrán el ritmo de la inflación durante una temporada", ha agregado.
Así, el irlandés ha indicado que los estándares de vida caerán a corto plazo por las elevadas facturas energéticas. "Esto hará a la gente más pobre y se notará como una recesión para muchos", ha indicado. No obstante, Lane estima que a futuro volverá a haber una recuperación de poder adquisitivo y salarios en términos reales.