El Bidasoa cumple y suma dos puntos en la cancha del Cisne

El Bidasoa superó la prueba del Cisne, despejando las incógnitas que le podían afectar. Los irundarras llegaban a Pontevedra después de un partido de mucha exigencia en Berlín y de una pechada de kilómetros. Mucha de la suerte del encuentro dependía de la capacidad de recuperación de los jugadores de Jacobo Cuétara que, finalmente, no pudo contar con Víctor Rodríguez por una lesión en el partido de Alemania. Al equipo le faltó fluidez en los primeros minutos para luego, gracias a la buena defensa, recuperar muchos balones y explotar el contraataque.

Era uno de los partidos que se califican como trampa, ya que el conjunto gallego volvía a su pabellón después de mucho tiempo, debido a las obras y a la disputa de los mundiales de lucha. Los pontevedreses se encontraron en su hábitat natural. Entraron mejor que su oponente y llegaron a contar con un par de goles de ventaja (5-3, 6-4) gracias al trabajo de Chan que venía de haber marcado diez goles en Puente Genil. El Bidasoa estaba avisado.

Adelantó la posición defensiva y ahí comenzaron los problemas para el conjunto de Márquez. Los gallegos se atascaban en ataque, perdían muchos balones y erraban pases. Eso le permitió al Bidasoa volar hacia la portería de Kilian Ramírez, que empezó muy bien pero se fue diluyendo en la misma medida que los guipuzcoanos hacían la brecha más grande. Los amarillos fueron claramente de menos a más, alcanzaron la mejor renta en tiempo de descanso (11-18) y, salvo catástrofe, había resuelto el partido.

Cumplido un cuarto de hora del segundo periodo, las cosas seguían más o menos parecidas. Cambiaba el protagonismo de los autores de los goles. Harbaoui seguía ofreciendo un buen recital bajo palos y al Cisne se le hacía cada vez más largo el encuentro. Lo intentaba, pero seguía chocando de frente contra un muro poco franqueable. Desde ahí, el Bidasoa siguió corriendo hacia la meta gallega y los números de la ventaja no fueron a menos. Al cuadro de Cuétara le bastaba mantener el ritmo para consolidar los puntos que le mantienen en la buena senda de la liga. Los dos equipos terminaron desmadrándose, ofreciendo un correcalles con poco sentido, hasta tal punto que en quince minutos el marcador pasó del 15-24 al 19-28.