El Bidasoa da la cara ante un Barça superior con un partidazo en Artaleku (26-32)

Nada nuevo bajo los focos de Artaleku en donde el Barça volvió a ganar (26-32), para prolongar esa racha infinita en la que no pierde un partido, no solo en la competición doméstica sino también en la europea. Después de remontar un partido en Kielce el pasado jueves, visitaba al Bidasoa Irun sin guardarse nada de la artillería pesada. Tras enlazar dos victorias balsámicas, los de Cuétara afrontaron la cita con la presencia de Tao Gey en el extremo derecho, en lugar de Pedro Pacheco, la única variante respecto de las últimas convocatorias.

El partido dispuso un comienzo extraño, ya que el primer parcial terminó sin goles, rara avis, pero a medida que el meta Pérez de Vargas abrió el abanico de sus paradas (13 en el primer tiempo, 56% de efectividad), el Barça pudo correr y abrir una brecha imponente (1-8), lo que dejaba al encuentro abandonado a su suerte y con nulas opciones de sorpresa. La diferencia entre plantillas es de tal nivel que resulta imposible competir. Pese a ello, el Bidasoa trató de resistir, chocando contra una defensa que por el centro (Thiagus Petrus-N’Guessan) era inabordable. Defensivamente, con buenas paradas del polaco Skrzyniarz, los irundarras se sostenían y dejaban al Barça en sus números, aunque sólo pudo contraatacar en dos ocasiones que Mikel Zabala supo resolver. Sólo había espacios por los flancos y por allí trataron de aprovecharlos Ugarte, Tao e Iñaki Cavero.

Los dos equipos llegaron al descanso con un resultado esclarecedor (10-18), que dio paso a una segunda mitad en la que el cuadro azulgrana combinó el lanzamiento exterior, Richarson, con los pases al pivote Luis Frade para continuar manteniendo la misma renta. Ambos técnicos decidieron cambiar al portero, con protagonismo para Harbaoui y Nielssen. El Bidasoa respondía con las acciones individuales de la primera línea, siendo Azkue, Asier Nieto, Mitic y Rodrigo Salinas quienes daban la cara.

Los tres primeros parciales no aumentaban la diferencia favorable a los de Antonio Ortega, pero en los siguientes el Bidasoa aprovechó el cambio de defensa, al 5-1 con Zabala en el avanzado, para seguir limando y ponerse a cinco goles y mejorar los números de su rival en el segundo tiempo. Eso habla muy bien de los bidasotarras, que lejos, de bajar los brazos, siguieron erre que erre mejorando claramente las prestaciones del primer periodo. Al Barça quizás le pesó el esfuerzo semanal de Champions y el entrenador debió dosificar esfuerzos, pero siguió sin perder sus señas de identidad. Si como muestra vale un botón, solicitaron un tiempo muerto al filo del descanso para preparar una jugada que les permitiera aumentar la diferencia que ya era sustancial.

Se trataba de competir del mejor modo posible. Esa era la premisa amarilla, sabiendo que ahora durante un par de semanas se detiene la liga y que la próxima cita será, de nuevo en Artaleku, con el Sporting de Portugal como visitante, en el partido de ida de los octavos de final de la European League. Ahí la historia, a buen seguro, será diferente.