El Bidasoa-Irun retoma este viernes la Liga Asobal tras el parón por el Mundial de Suecia y Polonia con la visita a Artaleku del Balonmano Benidorm, al que está obligado a ganar para progresar desde la séptima plaza a posiciones más acordes con su presupuesto y plantilla (21.30 horas).
Los guipuzcoanos tienen el objetivo de pelear por la segunda o tercera plaza, pero sus malos resultados fuera de casa les han desplazado a la zona media de la tabla y ahora toca remontar en el inicio de la segunda vuelta.
El equipo amarillo es algo distinto al que se fue de vacaciones en el mes de diciembre, ya que ha incorporado a un central lanzador, el brasileño Pedro Pacheco, y ha perdido a su líder en defensa, Thomas Tesoriere, que vuelve al balonmano galo.
El entrenador del Bidasoa, Jacobo Cuétara, también recupera para este encuentro al zurdo Rodrigo Salinas, operado de rodilla en octubre y que se perdió la última tanda de partidos de 2022. Su concurso es vital para el equipo amarillo, y el chileno llega rodado tras la disputa del Mundial con su país.
La duda está en Jon Azkue, el creador ofensivo del Bidasoa, que pasó por quirófano hace un mes para tratar una bursitis en el codo izquierdo. Si el central de Orio está en condiciones, el Bidasoa será aún un equipo más temible en su feudo de Artaleku donde solo ha dejado escapar en toda la temporada el partido ante Granollers y suma el resto por victorias.
El encuentro se juega en viernes para permitir al conjunto irundarra preparar con más tiempo su salida europea a Portugal, donde espera este martes el Aguas Santas en un encuentro que puede ser determinante para confirmar virtualmente su continuidad en competición continental.
Cuétara calificó al Benidorm como un rival “bastante peligroso” por emplear un estilo de juego que se aleja del de la mayoría de competidores de Asobal. “Presenta bastante problemas tácticos y estratégicos para los rivales, con varios tipos de defensa o el hecho de atacar siete contra seis, que es un reto porque no estamos acostumbrados en Asobal”.