El Surne Bilbao Basket sigue marcando territorio en Miribilla, pero ayer jueves lo hizo con una nueva identidad, con un nivel de actividad física en defensa y una temperatura en ebullición en lo que a actividad de manos y piernas se refiere que acabó desarbolando al Río Breogán. La cuarta victoria consecutiva al calor de su afición en el duelo aplazado en la decimosegunda jornada por los problemas en uno de los marcadores de posesión llegó para la escuadra vizcaina desde una versión novedosa, alejada del equipo de hace semanas al que su endeblez en retaguardia le obligaba a convertir los choques en tiroteos.
La estructura de los 'hombres de negro' se ha solidificado con las nuevas incorporaciones y ayer la hizo valer en un encuentro en el que solo titubeó en sus ocho minutos iniciales, muy frío e impreciso, y en los dos finales, con todo ya resuelto tras ventajas que llegaron hasta los 17 puntos.
En los treinta minutos restantes se vio un nivel defensivo notable, soberbio durante muchos momentos, hasta el punto de que si la contienda no se rompió antes del descanso fue porque los locales fallaron demasiadas canastas debajo del aro. Los gallegos, liderados por el chispeante Dzanan Musa (25 puntos), se las prometieron felices en un primer cuarto que cerraron en ventaja (17-22) con un insultante 11 de 12 en tiros de dos puntos, pero a partir de ahí se les acabaron las alegrías. Y fue así porque así lo decidieron los 'hombres de negro', sobre todo Damien Inglis, Jeff Withey y Rafa Luz.
Los dos interiores lideraron tramos defensivos magníficos, con el estadounidense cerrando su aro con candado y el francés mostrando un trabajo extraordinario defendiendo a su par y de matrícula de honor cuando quedó emparejado con exteriores tras los bloqueos. ¡Qué nivel de actividad de piernas y manos! El brasileño retornó de su percance de rodilla mejor que nunca y no solo volvió a vaciarse en defensa, sino que ademas brilló en ataque, sobre todo en el triple (3 de 4) para acabar con 18 puntos, a uno de su plusmarca en la ACB. Con ellos tres como pilares destacaron casi todos sus compañeros –lástima la lesión de Khyri Thomas, que podría tener una rotura en el sóleo, en su segundo partido en el equipo–, haciendo circular muy bien el balón, corriendo a la más mínima oportunidad y dejando sin respuesta a los gallegos.
DE MENOS A MÁS
Y eso que el conjunto vizcaino arrancó la contienda frío y demasiado impreciso, circunstancias que permitieron que fueran los visitantes los que se hicieran con el mando del duelo en sus primeros compases. El Breogán encontró facilidades para mover la bola en ataque y el 3-10 con solo tres minutos jugados era muestra ya de que algo no iba bien en las filas bilbainas. La entrada de los jugadores de banquillo, con Withey haciéndose notar en ambas canastas, solidificó al Surne Bilbao Basket, que gracias a una canasta de Luz cerró el acto inaugural sin perder el rebufo de los de Paco Olmos (17-22).
Con Withey, Inglis, Peno y Luz ejerciendo como puntales, los de Mumbrú jugaron unos sobresalientes minutos defensivos en el arranque del segundo cuarto. El Breogán estuvo seis minutos y medio sin anotar. El problema para los locales fue que en primera instancia regalaron demasiado en la parcela ofensiva, con demasiados fallos debajo del aro y balones perdidos, pero entre Valentin Bigote, Inglis y Ángel Delgado cristalizaron un parcial de 13-0 para pasar a mandar por 28-22, aunque Thomas cayó herido por el camino en acto de servicio. Los visitantes se rehicieron de la mano de Trae Bell-Haynes y los de Mumbrú dejaron escapar la oportunidad de fabricar un mayor colchón, pero les quedó el consuelo de alcanzar con una pequeña ventaja (34-32) el ecuador de la contienda.
En la reanudación, Bell-Haynes y Musa se activaron con ganas de amargar la existencia a un Bilbao Basket que seguía perdonando demasiado en ataque (37-40), pero la magnífica actividad defensiva de Withey cambió radicalmente el partido. El pívot no solo cerró a cal y canto su aro, sino que encontró vías para hacerse resolutivo en ataque. Con Inglis también sublime, los de Mumbrú cuajaron unos fantásticos minutos, circulando la bola con rapidez y criterio, firmando un brutal 20-4 e impulsándose hasta un magnífico 57-44 a 2:55 del final del tercer acto. Musa, con seis puntos seguidos, salió al rescate de los suyos y el 59-52 a diez minutos del final dejaba aún la contienda sin definir.
Pero Inglis, Luz y sus compinches no estaban por la labor de un final agónico. El francés siguió exhibiéndose en defensa, Luz le acompañó acertando además en la faceta triplista y el Surne Bilbao Basket no tardó en ponerse en órbita. El 72-55 a 4:50 del final sonaba a música celestial. Al Breogán ya no le quedaba nada en el depósito salvo las ganas de Musa y Mahalbasic de sumar para la estadística y los de Mumbrú se regalaron un final tranquilo, aunque con los visitantes maquillando el marcador de cara a un 'average' que, quién sabe, puede ser importante en el futuro.