Con la intención de acabar con su racha de tres derrotas consecutivas en la Liga Endesa, el Surne Bilbao Basket tendrá este domingo (13.00 horas) ante sí un complicadísimo examen, no en vano visita a un Lenovo Tenerife que marcha colíder en la competición doméstica, en la que solo el Barça ha sido capaz de apartarle del camino de la victoria. Los de Jaume Ponsarnau están obligados a recuperar su mejor versión defensiva y el acierto de cara al aro que les ha abandonado en los últimos compromisos para poder ser competitivos contra un rival con patrones de juego muy bien diseñados y ejecutados, con un esqueleto que juega de memoria y que tiene en la creatividad de Marcelinho Huertas, su conexión con Giorgi Shermadini en el pick&roll y el acierto triplista de Sasu Salin sus principales argumentos, aunque no únicos.
Los hombres de negro esperan recuperar a Denzel Andersson, pero Nikola Radicevic tiene muy difícil poder volver a la acción y su ausencia ha hecho mucho daño porque ha obligado a redistribuir los roles exteriores. Adam Smith ha perdido eficacia de cara al aro al tener que ejercer de director de juego junto a Ludde Hakanson, el acierto triplista general se ha resentido y competir en esas circunstancias a domicilio se convierte en labor muy complicada. Por eso Ponsarnau se refirió el viernes a la necesidad de recuperar el acierto para poder tener opciones de pugnar por la victoria.
Muchas amenazas
Y la defensa bilbaina deberá actuar con mayor firmeza y sostenibilidad que en las últimas citas, porque cualquier bajón de tensión contra el Tenerife de Txus Vidorreta se paga carísimo, pues se trata de un colectivo con amenazas desde todos los flancos. A la conexión Marcelinho-Shermadini y al gran momento triplista de Salin se les suma la capacidad de generar para sí mismos y para sus compañeros de Jaime Fernández y Bruno Fitipaldo, las amenazas de Tim Abromaitis y Aaron Doornekamp desde la posición de 'cuatro', el buen hacer de Fran Guerra y Moussa Diagne en las distancias cortas y el poder físico de Elgin Cook. El conjunto insular es un hueso durísimo de roer por lo que a los hombres de negro no les quedará más remedio que afilar sus colmillos si quieren tener opciones de éxito.