El Bilbao Basket sigue siendo dueño de su futuro en una lucha por la salvación que sigue siendo complicadísima, pero a la que los 'hombres de negro' se aferran con uñas y dientes. El conjunto vizcaino se ha impuesto por 98-89 al Hereda San Pablo Burgos en un auténtico partidazo, digno de un conjunto que sabe que se juega la vida y que no está dispuesto a claudicar. Los de Álex Mumbrú han fundamentado su victoria en un notable segundo cuarto defensivo y, sobre todo, en un tercero en el que su explosión anotadora (37 puntos) le ha permitido llegar a los diez minutos finales con 21 puntos de ventaja (77-56). Ese acto final ha sido de pura resistencia, con un Vitor Benite totalmente desatado en esa franja de la contienda, pero el extraordinario choque protagonizado por Ludde Hakanson, Jaylon Brown, John Jenkins y Arnoldas Kulboka ha acabado teniendo recompensa.
Tras dos minutos de inicio repletos de fallos por parte de ambos equipos, la propuesta de cada uno ha quedado pronto muy clara. Mientras que el Burgos ha apostado por llevar la bola a las cercanías del aro bilbaino, para lo que no ha encontrado demasiados impedimentos, y activar a Rivero (diez puntos en los ocho primeros minutos), el juego ofensivo de los anfitriones se ha fundamentado casi de manera exclusiva en el lanzamiento de tres puntos durante los compases iniciales. Mientras entraron los misiles de Kulboka y Jenkins, los de Mumbrú se defendieron en el marcador (14-11), pero en el momento en el que los fallos han caído en cascada (3 de 12 desde los 6,75 en el primer acto, con solo cuatro tiros de dos puntos), el partido ha pasado a ponerse de cara para los de Peñarroya, que han cerrado los diez minutos inaugurales con un 16-20 en el luminoso y 12 puntos rubricados en la pintura, el talón de Aquiles del equipo vizcaino.
Sin embargo, los anfitriones han comenzado a apretar sus engranajes defensivos y el Burgos ha perdido fluidez, acumulando errores no vistos en el primer acto. Dos triples de Brown y Jenkins han devuelto el control del partido a los 'hombres de negro' (24-23), que acto seguido han enlazado hasta cuatro pérdidas seguidas, quedando frustrado el intento de demarraje que su buen trabajo atrás merecía. Los puntos a la carrera de Rabaseda fueron el único sostén ofensivo de los de Peñarroya ante la enérgica defensa de los 'hombres de negro', que con Brown hiperactivo en ambas canastas han alcanzado el descanso con un interesante 40-34 favorable a sus intereses que incluso habría podido ser mayor sin sus ocho balones perdidos en el segundo acto.
En la reanudación, una salida en tromba de Hakanson, con ocho puntos en poco más de tres minutos, ha disparado al Bilbao Basket hasta el 50-37. La renta ha podido ser incluso mayor con un triple al contraataque fallado por Kulboka, pero cuando parecía que los visitantes volvían a entrar en el partido otro parcial de 8-0 con dos nuevos triples del base sueco han colocado un extraordinario 58-41 en el ecuador del tercer cuarto. Los de Mumbrú defendían con uñas y dientes y los triples de Athinaiou y Kulboka han servido para desatascar unos momentos atacantes con menor fluidez, marchándose la renta hasta los 21 puntos a diez minutos del final (77-56) con los 'hombres de negro' castigando a la perfección las tres técnicas señaladas a Peñarroya (expulsado) y Cook y una canasta de Miniotas sobre la bocina final de un cuarto en el que los locales han anotado 37 puntos. Impresionante.
Pero al partido le quedaba todavía recorrido y el Burgos no estaba dispuesto a dejarlo escapar sin oponer resistencia. Al Bilbao Basket le ha hecho daño verse tan cerca de un triunfo vital y su atasco en ataque lo han aprovechado los visitantes, espoleados por un entonadísimo Benite, para arrancar el último cuarto con un parcial de 3-13 en poco más de tres minutos y acercarse hasta el 80-69. Cada ataque bilbaino empezaba a ser una tortura y todo lo que el aro tragaba poco antes lo escupía en el momento clave. Incluso una bandeja de Hakanson. Los puntos de Kulboka han ejercido de única tabla de salvación, pero el Burgos no ha dejado de recuperar pasito a pasito (84-77 a tres minutos del final) con Benite totalmente desatado. Pese al triple de Brown la agonía no ha cesado (87-81), pero otro misil lejano de Jenkins para el 90-81 en una jugada trabadísima ha supuesto el oxígeno definitivo para los anfitriones, que han acabado ganando por 98-899 y siguen siendo dueños de su futuro. La salvación está complicada, pero no imposible.