Bajo la lluvia, en medio del aguacero, una luz iluminó la jornada final en Eibar, donde Alex Aranburu demostró una vez más su brillo en su mejor Itzulia de siempre. El de Ezkio concluyó séptimo en la general y en la villa armera fue quinto. Han sido numerosos los puestos de honor de Aranburu en la carrera vasca, solo superado por el líder Almeida en la regularidad.
El guipuzcoano fue quinto en Markina, cuarto en Gernika y otra vez quinto ayer. Con todo, Alex Aranburu relució más que nadie en Beasain, donde obtuvo una victoria epidérmica. Su segundo laurel en la Itzulia tras el obtenido en 2021 en Sestao.
En Beasain tuvo que esperar dos horas para que dieran por válido su logro después de que los jueces le tacharan el triunfo y se lo devolvieran después. Ha sido Aranburu, sin duda, el mejor entre los ciclistas de Euskal Herria.
“Me he encontrado bien. He tenido buenas sensaciones durante la carrera y el balance es positivo”, subrayó Alex Aranburu a la conclusión de la Itzulia. Aranburu luchó en la jornada final para remontar, pero en el último de los tres de Primera que había en el recorrido, “en Izua” ha “sufrido” porque los primeros le han “sacado de punto” y le obligaron a disputar los 40 últimos kilómetros “a contrapié”.
También desveló que “en un par de curvas” tuvo “un par de sustos”. Después de su gran despliegue en la Itzulia, Aranburu avanzó que mira a las clásicas de las Ardenas. “No hay mucho descanso”, cerró el de Ezkio.
Ion Izagirre y Pello Bilbao, que partían con muchas esperanzas, se vieron diezmados por sendas caídas. El de Ormaiztegi se fue al suelo en el G.P. Miguel Indurain y arrastró las malas sensaciones durante la Itzulia.
Por su parte, Pello Bilbao se raspó en Lodosa y no pudo alcanzar su nivel, aunque trató de busca un imposible camino de Gernika en una fuga.
Unai Iribar, que tuvo protagonismo en la etapa con final en Beasain, cerró la Itzulia con el puesto 23 en la general tras una notable actuación. Gotzon Martín fue el mejor del Euskaltel-Euskadi y finalizó en el puesto 38.
Pogacar sueña con el adoquín de la París-Roubaix
La París-Roubaix aguarda este domingo el estreno de Pogacar en el Infierno del Norte. Después de su tremebunda exhibición en el Tour de Flandes, donde zarandeó a Pedersen, Van der Poel y Van Aert, el genio esloveno tratará de alcanzar la gloria en el gran Monumento. Esperan 259,2 kilómetros con 55,4 kilómetros de adoquines en 30 tramos. Van der Poel defiende la corona del pasado curso.